Capítulo 144: La verdad de por qué Andrews se casó
—Él tiene toda la razón —dijo Andrews finalmente, entrando en la sala con pasos firmes pero comedidos, como quien carga tormentas por dentro pero se niega a derramarlas sobre los demás.
El hermano de Aurora levantó la vista al verlo, y una amplia sonrisa se dibujó en su rostro. Era una sonrisa sin desconfianza, sin rencor, solo el reflejo de quien todavía cree en las personas.
Andrews se acercó despacio y se agachó junto a ellos, igualando su altura a la del joven. Sus ojos buscaron los de él, y cuando habló, su voz era baja pero contenía una fuerza sólida, casi reverente:
—La voy a proteger. Con todo lo que soy. —Hizo una pausa, la mirada firme y sincera—. Entonces, como su hermano mayor, te pido que confíes en mí, ¿está bien?
El joven asintió, y su respuesta vino sin titubeos:
—Confiaré en usted, ya confío en usted, señor Andrews, cuide bien de ella… —hizo una pausa como si pensamientos que quería apartar lo invadieran, y Aurora lo