Capítulo 128: ¿Está de regreso?
Aurora despertó con el cuerpo completamente adolorido, como si hubiera sido atropellada por un huracán de carne, sudor y tensión. Se sentó en la cama con esfuerzo; las piernas parecían no obedecer sus órdenes.
Andrews se había ido hacía pocas horas, después de hacerla olvidar hasta su propio nombre. No hubo declaraciones, ni promesas. Solo esa mirada suya al final… como si sostuviera algo en el pecho a punto de explotar.
Alice estaba sentada en su propia cama, brazos cruzados, mirando al vacío con el ceño ligeramente fruncido. Un silencio incómodo llenaba la habitación.
—No sabía que él era… así —dijo, sin apartar la vista de la nada—. Tan descuidado. En realidad, ustedes dos lo son. ¿Te imaginas si aparece la directora? Tuve que estar de guardia, velando…
—Él… cambió —respondió Aurora, masajeándose los hombros doloridos—. De un sorbo de agua a una botella entera de vino tinto. Es bueno, pero imposible de manejar. Necesita entender lo que son los límite