Veintiuno.
— Por favor piensa bien las cosas, ya sabes que-
— Estoy cansada de que todos traten de advertirme sobre cosas que no sé y traten de cuidarme al dejarme fuera de todo esperando que cumpla sus órdenes sin preguntar, ¿qué tan estúpida soy ante los ojos de los demás?
Anastasia interrumpió la charla de Lucien, no la necesitaba, ya sabía lo que iba a decir. Ella misma se encargaría de Erick, no necesitaba de otra persona tratando de decirle qué hacer.
— Gracias por darme asilo durante la noche. — Miró a través de la ventana del auto, estaba realmente cansada.
Lucien tragó en seco.
— ¿Qué vas a hacer con la información que recibiste?
— Todavía no sabemos el motivo por el que recibiría esas cantidades absurdas de dinero. Voy a quedar estúpidamente mal si manejo mi carta de triunfo de manera descuidada.
A Lucien pareció no agradarle lo que escuchó. — Yo creo que deberías darte prisa antes de que Edith borre todos sus rastros y nos acusen de fabricar las evidencias.
— ¿Por qué lo dices?
— Mis