Sandro comprimió sus labios, en un par de pasos llegó hasta ella y la abrazó con fuerza.
— Sospeché que algo así podría llegar a suceder. Primero llenas mi casa de reptiles, luego instalas un acuario en mi despacho y ahora te traes un chucho a mi hacienda...— le dió un pequeño pico y luego farfulló— te estás apoderando rápidamente de todo lo que es mío, esposita, y en especial de mi casa. ¿Acaso planeas quedarte, hmm?
— ¿De qué demonios hablas?— protestó ella, irritada.
— Hablo de prolongar nuestro matrimonio.
Catalina lo miró directamente a los ojos, y temió delatar su felicidad con el más mínimo gesto.
¡ Sí! ¿Él quería continuar casado con ella?
Y la había llamado " mi amor " no hacía mucho. ¿Realmente la amaba?
De Sander ella no tenía dudas, pero con Sandro...no estaba tan segura.
Él malinterpretó su expresión vacía con desinterés y se puso furioso.
— De acuerdo— Susurró liberandola— lo volveré a preguntar más adelante. Dentro de unos meses tal vez. ¿Has preparado ya la cena?
–Ya c