Apenas terminó de hablar, la mitad del grupo se quedó en silencio.
La otra mitad, que no sabía mucho, se acercó curiosa:
—Ah, sí, la conozco. Es Serena, ¿no? Escuché que ya está casada.
—¡Yo no me creo que esté casada! Se ve súper joven.
El que hablaba era Saúl, un joven adinerado que llevaba tiempo enamorado de Serena en secreto.
Lamentablemente, su padre seguía tan saludable como siempre, y desde que Saúl arruinó un proyecto familiar, ya no le dejaban tomar decisiones importantes.
Tenía ganas de perseguir a una actriz, pero por ahora no tenía forma de chantajear a nadie para conseguirla.
Esteban lo miró con una sonrisa apenas visible:
—¿Te parece guapa?
Saúl asintió con entusiasmo:
—¡Obvio! Esteban, tú como no te interesas por las mujeres, ni sabes lo que te pierdes. Mira, te enseño unas fotos de sus series. ¡Está guapísima en todas!
Mientras hablaba, sacó su móvil y abrió el álbum donde tenía guardadas fotos de Serena, bajadas de su cuenta de Twitter.
Iba deslizando con el dedo mie