Narra Adriana:
No hay nada como el olor a nuevo, esa sensación de felicidad que uno adquiere cuando compra algo por primera vez y sabe que es el primero en usarlo. Así me siento hoy: pletórica con mi auto nuevo. Nunca creí que tendría la oportunidad de tener un auto de esta gama. El que hemos escogido es un Volvo V-cuarenta. Es color azul y me encanta. Nada que ver con mi viejo auto que apenas y pasaba de cuarenta millas por hora.
—¿Te gusta? — me pregunta Jeremiah, viéndome desde afuera.
—¿Te atreves a preguntar? ¡Me encanta! Es genial. Gracias de verdad — lo miro y él me sonríe.
—Regreso en breve. Voy a llenar los documentos. No te vayas a ir — me amenaza a modo de chiste, aunque ganas no me faltan.
Sé que este auto, al igual que todo lo que me ha dado, como la ropa y demás, son cosas que, llegad