—Lamento tu perdida, Emma.
—Gracias —murmuro mientras mi jefe del servicio de neurocirugía del hospital.
El doctor Sullivan.
El hombre es atento y hemos congeniado muy bien durante mi corto tiempo en el hospital.
Ha sido una mañana muy difícil y agotadora, donde Helena ha sido de apoyo y eso debo agradecerlo. Bueno, Ares también ha estado aquí y ahora mismo no mira con buenos ojos a mi jefe.
Sus palabras de más temprano no dejan de darme vueltas en la cabeza.
Confía en mí, doc.
Mi vida se ha convertido en un lío en menos de cuarenta y ocho.
Por un lado, esta Jared, que no termina de convencerme, y del otro está Ares, que es peligroso para mí. El hombre tiene la capacidad de envolverme, es su entorno con solo una mirada y eso no es bueno.
Por eso me fui hace dos años.
—¿Quieres irte, doc.?
Parpadeo y me doy cuenta de que Ares se ha colado a mi lado y me rodea con su brazo dando una declaración a todos los presentes.
No sé, si darle un puntapié o solo ignorar el hecho.
Opto por lo segun