Llegamos a casa en tiempo récord luego de un par de vueltas para despistar a cualquier curioso.
No sabemos de alguien más que nos quiera hacer daño. Pero Ares no confía en nadie y siempre está atento a cualquier cosa.
Él no quiere darles la oportunidad a absolutamente nadie de que nos sorprendan.
Entrar a la casa es algo tan surrealista.
Cuando pensé que Ares había muerto no tuve el valor de venir y echar más sal a la herida. Luego sucedió lo del secuestro de Caroline y lo demás es historia.
Miro alrededor y todo está en su lugar.
Es como si el tiempo se hubiera detenido.
—En el armario aún hay cosas tuyas —Ares comenta mientras se acerca a la cocina —yo pediré algo de comer.
Asiento.
El ambiente entre nosotros es tenso.
La atracción está ahí. Los sentimientos también.
No es como si dejaras de amar a alguien de la noche a la mañana.
Subo las escaleras y entro a la habitación.
Dejo mi bolso en el sofá individual cerca de la ventana y me meto al baño donde me desvisto rápidamente antes