Capítulo182
En ese momento, en el Grupo de Cisneros, Leandro arrojó su teléfono sobre la mesa. Su rostro era sombrío.

—¿Estás seguro de que ha ido a la comisaría?

Renzo tragó saliva y asintió.

—Sí, la señora acaba de irse.

Leandro se rio fríamente. Corrió a ver a Jorge tan temprano por la mañana… ¡de verdad estaba muy enamorada de él! ¿Diecisiete años de amor se veían así?

Aunque me tratabas como basura, yo te seguía tratando como a un tesoro.

Leandro levantó la mano y barrió todos los objetos de la mesa.

—Ve a declarar y libera a Jorge.

—Señor… —Renzo se mordió el labio. Parecía un poco indeciso.

—¿Hay algún problema?

—Sí… —Renzo respiró hondo—. La señora acaba de hablar con la comisaría que todo es un malentendido. Propone dos días de arresto.

¿Un malentendido? ¿Dos días estuvo bien?

Las comisuras de los labios de Leandro se crisparon.

—¿Lo está haciendo para castigar a Jorge o para protegerlo?

Sentía que el pecho se le iba a romper, como si fuera un volcán en erupción. Se levantó y pateó la pa
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