Capítulo 89.
Oleika se deja acariciar porque a pesar de no querer aceptarlo necesitaba sentirse deseada, necesitada…
Toda su vida era una serie de traiciones, mentiras y dolor.
“ ¿Qué pasa si merezco otra cosa?” pensaba como si solo fuera una extraña luz detrás de la oscuridad de un pantano.
— No te vayas— Le jadeó Malcolm sobre sus labios.
Pum… pum… pum…
El corazón de Oleika latía a punto de estallar.
Las manos de ambos parecían demasiado pequeñas para consumir cada instante de la piel del otro.
— Quiero que seas mía Oleika— Jadeo Malcolm— Necesito que lo seas, tatuaré mis besos y caricias en tu piel con fuego si es preciso…
La mirada y todo el rostro de Malcolm le decían que hablaba en serio.
Oleika sintió como su vientre se contraía ante sus palabras.
— No puedo ignorar más, esto que siento por ti.
Malcolm comenzó a besarla, paseando sus grandes y gruesas manos por todo su cabello sus pechos.
— ¡Aaah! — Gritó Oleika en medio de la desesperación de no estar saciada, esa necesidad hormigueante