Capítulo 58.
El aire se había puesto tenso, todos estaban con las manos apretadas y en posición de alerta, un solo movimiento en falso y podría desatarse una lucha que no tendría fin.
Malcolm al contrario de todos los demás, se sentía seguro, imponente y poderoso, había regresado del limbo de torturas e iba a poner todo en su lugar.
— Clara —dijo con tono de advertencia— no te metas.
— Pero ¡¿por qué la buscas a ella?!— le gritó desesperada su pareja — no te das cuenta de todo lo que hizo, ha huido, te enveneno, intentó asesinarte y aun así, a pesar de todo— dijo consumida con la rabia, apretando las quijadas— la buscas…
Malcolm sonrió aunque sus ojos no mostraban una sola pizca de alegría.
— ¿Y no te parece suficiente?— cuestionó él— no te parece suficiente todo eso que acabas de decir como para que yo mismo me encargue de buscarla y asesinarla, no darle opción a un mañana, arrancar su cabeza de un solo tajo de su cuerpo.
Nick iba a dar un paso al frente pero en ese momento Gerardo puso su mano