La luz cegadora que se mantenía en una constante titilación en ese momento desaparece, marcando así el fin del ritual para mantener el tiempo suficiente al licántropo dentro de la protección del vientre de Oleika.

Los jadeos desesperados ante la debilidad que el cuerpo de Malcolm comenzaba a sentir de forma desesperada, hicieron efecto provocando que él cayera de rodillas sobre el suelo con la certeza de que ahora era un simple licántropo mortal.

Finalmente comprendía el propósito intrínseco de su sufrimiento, había sido para este preciso momento.

Salvar a su cachorro.

— Mi amor… hemos sal…vado a nues…tro pe..queño ca…cho…rro…— susurra él con una tranquilidad que parecía prácticamente dibujada sobre una realidad completamente alterna a lo que estaban viviendo en ese momento.

Oleika se gira y jadea, su cuerpo se encuentra tembloroso y débil ante el esfuerzo que representaba absorber toda la esencia de la inmortalidad de Alfa Malcolm y concentrarla en uno de sus cachorros.

Sin embargo