Capítulo 238.
Oleika despierta rodeada de brujas, con la respiración agitada.
— Que bueno que has regresado luna— Susurra Luisa al mismo tiempo que reacomoda un tirante de la delgada bata que vestía la pelirroja.
En ese momento los recuerdos de todo ese día comienzan a llegar a la pelirroja como una avalancha y por fin puede ubicarse.
— Muchas gracias por ayudarnos…— Ella se detiene siente su garganta irritada, ahora era como cualquier humana y no se recuperaba con tanta rapidez como los demás y su cuerpo estaba lleno de moretones.
Cada respiración era una lucha pero tenía que agradecer a esas valientes sobrevivientes por su enfrentamiento tan tenas.
— No tiene nada que agradecer. — En ese momento la voz de una mujer de no más de cincuenta años se presentó frente a ella, era la misma que le había hablado en el campo de batalla. — Le debemos nuestra libertad y ahora nuestras nuevas vidas.
Esa última frase hace que la pelirroja comprenda a lo que puede referirse y decide tomar cartas en el asunto de