Capítulo 233.
Devon estaba tan concentrado en observar el maravilloso rostro de la princesa Clara, ella había sido lo único que lo mantuvo vivo en ese infierno, estaba inmerso en sus dudas sobre si debería o no acercarse besarla, rozar sus labios con los de ella y finalmente comunicarle todo lo que sentía.
Pero ese momento de completa dedicación a ella, que había sido un instante de contemplación que Franco lo había tomado como una debilidad, una ventana para atacarlo con ventaja.
Al momento de taclearlo, ambos comenzaron a rodar en el balcón de forma salvaje y estrepitosa, dando golpes y zarpazos a diestra y siniestra.
— No pienso dejarte ganar maldito desgraciado— susurraba Devon al mismo tiempo que disfrutaba que cada una de sus ofensas, había estado bajo el mando de ese dictador durante demasiado tiempo.
Debía aceptar que había utilizado ese tiempo para proteger a la princesa de cada una de las trampas que ese traidor ponía contra ella y filtrar información a la resistencia.
— Jajaja— Se bur