— ¡Oye tranquilo que sigues siendo el hermano menor! ¡No te me alborotes!— reclamó Karol aún recostada en el suelo.

— ¡Cárgala!— ordena el curandero al hermano y Jack hace caso de inmediato.

Con sumo cuidado y delicadeza Jack levanta a su hermana observando los gestos de dolor contenidos en su rostro.

Para colocarla en un pequeño catre y aquí el curandero comienza con su función

Mientras tanto Jack se aleja y le pregunta a la princesa.

— ¿Qué sucedió? ¿Cómo era la trampa como para que mi hermana no pudiera recuperarse?

— No lo sé — dice la princesa incluso cubre su brazo en el que había tenido que extraerse la araña rastreadora para no quitarle atención a Karol— unas rocas mágicas la presionaron tanto que le rompieron los huesos.

— ¿Y los nervios? ¿y los tendones?— continuó Jack — espero que pueda recuperarlo mi hermana se moriría, se secaría por dentro si no puede seguir luchando por nuestros ideales— subraya al mismo tiempo que se queda en su silencio ante la gravedad de lo que ve