El momento de anclarse el círculo lo de luz había llegado, estaba a punto de amanecer y todo se hacía con el primer rayo de luz de esa mañana.

A un lado del mar, justo por donde llegaba el amanecer se encontraban Oleika, Luisa y Trent quienes serian los brujos portadores.

La pelirroja miraba de forma discreta a lo lejos a “Malcolm” quien la observaba de forma detenida y concentrada.

— Estas velas…— dice Jerome dando inicio al ciclo de luz— representan el fuego con el que se destruye y construye la energía.

Tres velas en tono naranja se colocan de forma estratégica justo frente a cada uno de los brujos que serán anclados, una para cada brujo sobre una base alta y blanca.

Después de forma surrealista Jerome se gira para tomar otras tres velas, estas en tono dorado.

— Estas velas representan el poder —declara colocándolas frente a cada uno de ellos.

Oleika se encontraba nerviosa, con las manos sudorosas y su espalda tensa, no sabía que iba a encontrarse después de hacer esto pero había