Capítulo 163.
En el instante que Oleika sintió la sutil brisa del viento pegar en su rostro al cerrarse la puerta y quedarse totalmente a solas con Malcolm, ella enfocó su rostro para verlo con claridad.
— ¿Qué sucede?— pregunta ella curiosa de tenerlo cerca pero nerviosa por estar a solas con él.
— Te encuentras bien— Malcolm se acerca observando cada uno de sus movimientos colocando su mano en el rostro de forma tan sutil, la pelirroja cierra los ojos de forma instintiva.
— Sé que hubo una limpieza, sé que hubo una purificación ¿te encuentras bien? ¿Necesitas algo?— cuestionó con un tono tan cauteloso y cuidadoso que Oleika solamente pudo suspirar sin poder contenerlo.
Ella asintió con la cabeza.
— Gracias a la Diosa que te encuentras aquí — dijo al mismo tiempo que extendía su mano colocándola en la nuca de Malcolm para acercarlo y finalmente besarlo de forma apasionada.
Las manos de él rudas, fuertes y toscas comenzaron a hacer presión en el cuerpo de ella sin contemplaciones, sin cuidado dejánd