ULTIMO DE HOY.
El aquelarre se había vuelto una zona dolor, llanto y desesperación, a pesar de esto el brujo mayor se enfoca en el pavor y desconcierto que veía en el rostro de Caleb.Los brujos que se encontraban sanos estaban haciendo el arduo trabajo de curar a los más heridos y separar los cuerpos de los fallecidos para hacerles el ritual correspondiente más adelante.En una lejana habitación completamente aislada, siendo la última de la espiral del aquelarre, Trent sintió la suficiente confianza como para comenzar a interrogar a Caleb, éste se había mantenido en silencio desde el momento que había caído a sus pies.— ¿Qué sucedió?— cuestiona el brujo mayor— ¿Por qué intentar asesinarnos? ¿Por qué luchaste por arrancar lo único preciado que la madre naturaleza nos ha dado? nuestras vidas.El hombre más joven, de cuerpo fuerte y sobre todo agotado, en ese momento se mostraba desconcertado… Intrigado incluso más que el brujo mayor.Después de unos segundos de tenso silencio Caleb decidió romperlo
La puerta de la pequeña cabaña se abrió de forma sorpresiva y violenta estrellándose contra la pared.— ¿Dónde está ella?— cuestiona el alfa poderoso, bravío y fuerte que estaba en el marco de la entrada.Varias de las brujas presentes se quedaron envueltas en el aura de masculinidad que exudaba el hombre que acababa de llegar.Incluso el sonido de varios jadeos femeninos inundaron el lugar.Pero finalmente una de ellas pudo mover su mano para indicar el cuarto donde estaba la chica.Malcolm ignoro las miradas llenas de lujuria que recibía de ellas para encontrarse con su pelirroja, casi convulsionando.Su piel estaba sonrosada por la alta temperatura, estaba gravemente enferma.En ese momento Malcolm se arrojó sobre ella.— ¡Nooo espere!— Gritó un brujo justo en el momento en que se dio cuenta que el macho que acababa de llegar estaba mordiendo la clavícula de la joven enferma.En cuanto el brujo quiso acercarse a él para alejarlo, una mano se colocó en su pecho para detenerlo.— Déj
Año 1500En una noche oscura y llena de frio, en medio del bosque en el que cada quien debe luchar por mantenerse con vida, se llevaría cabo una lucha ensangrentada entre dos razas que solían coexistir con una superflua paz.Hombres Lobos y brujas.En específico un aquelarre… Leiia.El cual es uno muy especial, ya que son del linaje más antiguo de brujas, por lo tanto pueden obtener respaldo y poder de sus antecesoras.Un linaje que pasó de generación en generación, donde este don solo lo podían tener las mujeres, a los hombres se les trataba como seres inferiores. En medio del cambio de estación en época de celo los hombres lobos después de varias noches, comenzaron a desaparecer sin dejar rastro alguno, ninguna manera de localizarlos, sin cuerpos por identificar.A pesar de los intentos exhaustivos de los compañeros de manada, nada daba resultado.Hasta que una noche una información clave llegó a los oídos del alfa de la manada Garra dorada.— Hijo necesito de tu apoyo, no podemo
Actualidad— Solo quiero llegar a casa, hoy es el día, hoy es...— Se decía Oleika emocionada a pesar del cansancio que la consumía, con unos cuantos conejos en sus manos.Al tener veintidós años y no tener una loba, se sentía frustrada y sobajada por todos en la manada Brisa Nocturna, todos los integrantes de la manada cumplían una función.Cazar, construir, ser parte del servicio imperial o entrenar para ser guerreros, pero en cada una de las tareas la pequeña y frágil Oleika no podía llegar a término, siempre se agotaba y alguien más debía pagar por su ineptitud.Sin tener a su loba de apoyo físico y emocional, muchas de las cosas eran prácticamente imposibles para ella.Además de siempre ser vista con desdén y recibir malos tratos de muchas personas que la rodeaban.Golpes, desprecios, burlas, siempre mantenía la mirada en alto, sin importar lo difícil que fuera…Pero estaba dispuesta a ganarse su lugar en la manada.Por lo tanto había desarrollado distintas estrategias para compe
Cuando Oleika levantó la mirada, se encontró con su madre, quien la veía con determinación aunque siempre la había mirado de forma diferente a como lo hacía con su hermano, en este momento, ella le provocaba un escalofrío.— Mamá— Susurró ella al mismo tiempo que daba un paso hacia atrás discretamente.— Oleika, esta es mi recompensa para ti. La trampa que diseñaste es realmente útil.— Ella elogióAl oír esto, Oleika se levantó a pesar del dolor, levantó las flores en sus brazos y dijo— Mamá, estas son para ti. No están rotas.—¡Jajajaja! ¡Es tan estúpida! —Fraly agarró el ramo de flores silvestres y lo arrojó a sus pies—. ¿Todavía no lo entiendes? No eres más que una inútil. ¡Solo sirves para ser una esclava! Pero no te preocupes, hemos encontrado un comprador para ti.Provocando que Oleika cayera en el suelo después del impacto, un escalofrío contundente la atravesó por completo.— ¡Ah! pero ¿por qué?— Cuestionó Oleika al mismo tiempo que buscaba la mirada de su madre, pero lo que
La noche arreció y Oleika sentía mucho más frio, la jaula estaba llena de mujeres lobas, a pesar de estar en horribles condiciones, seguramente eran más fuertes que ella.De manera discreta se acercó a la loba que tenía a su lado y en cuanto tocó su piel un escalofrío satisfactorio la recorrió.Después de sentir que casi se congelaba un poco de calor era solo una esperanza en medio de tanto dolor.Pero el descanso duró poco, un golpe fuerte la hizo que se impactara de lleno con uno de los barrotes que tenía a su lado.— ¡Ah! — Gritó ella ante el dolor del impacto.— Aléjate de mí— ordenó la loba, quien a pesar de encontrarse en las mismas condiciones que ella, siendo una esclava, amarrada de manera humillante, la veía con superioridad.— te… tengo fri… frio— tartamudeó la chica.— ¡Silencio!- Gritó uno de los guardias que custodiaban la jaula.Un momento después Oleika apretó los dientes para no gritar, acababa de recibir una cubeta con agua helada como castigo, si sentía que le dolía
El clima se siente perfecto, los rayos del sol son de la temperatura idónea para sentirlos sobre la piel.— Patrick te he extrañado demasiado— Le dice Oleika con una sonrisa en el rostro al verlo llegar desde la densidad de los pinos— mira nuestro pequeño cachorro ya puede hablar.Un niño pequeño de poco más de un año, idéntico a Patrick está jugando con unos juguetes que Oleika le había hecho con sus propias manos.Oleika se siente feliz, en su cabaña llena de flores y con mucho amor.Su mate la abraza y la besa con mucha pasión y ella no puede evitar suspirar al no poder contener tanta felicidad en ella.Entre sus brazos se sentía plena y segura.De pronto escucha una palabra que la desconcierta.— ¡A todos, arránquenles el corazón! — ese grito hace que Oleika cierre los ojos impactada por lo que escucha y el tono tan grueso de la voz, pero gira la mirada y no nota nada distinto.La mirada de Patrick es alegre y su sonrisa es grande. ¿Se lo estaría imaginando?— ¡AH! ¡Maldito!— De n
En una serie de voces susurradas Oleika abrió los ojos aun confundida.“Alfa Líder Malcolm se comporta extraño, no se ve tranquilo”“Desde su regreso este último rescate, está inquieto”“No pienso quedarme cerca, él es tenebroso y muy volátil cuando está así, podría hasta arrancarnos el corazón en un arranque de rabia”Tantas frases sólo hacían que Oleika sintiera la necesidad de huir rápidamente de ahí.— Tranquila pequeña, bienvenida — Susurró con una sonrisa una curandera, al mismo que tomaba su pequeño hombro.— ¿Dónde… — Oleika intentó levantarse, pero la curandera la detuvo.— Tranquila, creo que aún no te recuperas por completo, sólo intenta tranquilizarte.En ese momento un hombre muy alto y fornido aparece por la puerta, sorprendiendo a Oleika.“Se ve tenebroso” Piensa ella pero en ese momento sus miradas se conectan, y él se dirige a ella.El hombre calvo y con múltiples marcas en el cuerpo se queda centrado en ella hasta que queda frente a ella provocando un escalofrío por