Capítulo 108.
Oleika respiró profundo pero de una forma tan sutil que era imperceptible, quería evitar de todas las maneras posibles interrumpir el momento que estaban compartiendo ambas.
La anciana sonrió al ver esa cara llena de incertidumbre, preguntas y dudas.
— Tranquila cariño cincuenta años no son tantos, si lo que te motiva a esperar es recuperar lo que te han quitado.
— ¿Que te quitaron? ¿Quién lo hizo?— cuestionó ella cada vez más interesada intrigada por la historia de esa mujer.
Algo dentro de su cuerpo le gritaba que preguntara, que descubriera, que supiera la verdad y prefería hacerle caso a esa sensación que a las horrorosas voces que inundaban su cabeza.
— Aquí donde me ves —dice la mujer extendiendo las manos para mostrarse tal cual estaba, llena de cicatrices, llagas y partes de su piel arrancadas— en mi juventud fui una bruja de las más reconocidas de mi aquelarre.
Solo con mencionarlo sintió que estaba viva de nuevo.
Oleika sin saberlo se acercó más a ella.
— ¿Eres bruja?
— Lo er