Capítulo 91.
El Alfa estaba fascinado ante la reacción de ella, sus mejillas sonrojadas de por sí estaban color granate ahora… era encantadoramente sexy.
— ¡ja! — Malcolm miró la reacción instantánea de ella— Lo hare créeme que te lo haré hasta que ya no soportes más… pero ahora debo ser sutil y no soy nada de eso.
Oleika asintió y se dejó guiar para subirse a su cadera a horcajadas, hasta que su coño quedó justo arriba de la polla de Malcolm.
El corazón de Oleika estaba a punto de detenerse, y sus piernas aún no se recuperaban de la explosión anterior pero Malcolm la tomo por las caderas para sostener su peso con los brazos y solo dejarla bajar lo que ella deseara.
Ella comienza a bajar, ambos están atentos al otro, Oleika siente como las paredes de su vagina comienzan a abrirse y estirarse todo lo posible para acunar a ese enorme y delicioso pene.
Ella se detiene, y respira profundo, le duele bastante.
— Así cariño, hazlo a tu ritmo, sé que tú puedes tomarme— Malcolm la veía decidido y enfocado