«Pequeña pareja tonta.
Punto de vista de autor.
«¡Dante!», pensó emocionada.
Esperaba a Bella, pero no había duda de esa voz profunda.
—Alfa —escuchó a uno de los guardias tartamudear—, su compañera está bajo custodia. No hay…
Oyó un gruñido y una pelea. Luego otra orden retumbante.
—Llévame con ella ahora mismo —ordenó Dante.
Unos momentos después, la puerta del calabozo se abrió y apareció Dante sujetando al enorme guardia por la nuca. En el momento en que sus ojos se posaron en Selene bajó la guardia y se apresuró a ir a su celda.
—Eli, ¿estás bien? —Agarró las barras que los dividían con puños de nudillos blancos.
Moviéndose para pararse frente a él, no se alejó cuando atravesó la barrera de hierro para enmarcar su rostro entre sus manos. La escrutó casi como si pensara que estaba herida, con toda la preocupación y agresividad.
—Estoy bien —mintió entre dientes.
Un gruñido bajo retumbó en su pecho y miró con ira al guardia. —Desbloquea esta celda.
—Señor, no puedo hacer eso. —El hombre se alejó de Dante