Le sonreí a Fernanda, pasaba su mirada de mí a mi hija, después de todo el día no fue tan mal. Le di un beso a mi chiquita, Dilia, Yina, Rita y Fernanda se quedaron inmóvil mientras yo les presentaba a la princesa de la casa.
—Les presento a mi hija, María Paula Villalobos L’Charme. —A Fernanda casi se le salen los ojos.
—Espera, espera, espera. —dijo Fernanda—. En qué parte de esto se le olvidó a José Eduardo… La adoptaron juntos, ¿cierto? —afirmé.
—Señora, ¿puedo cargarla? —Le sonreí a Dilia.
—Claro. —Le di un par de besos más, no había llorado hasta el momento—. Yina, antes de retirarte, ¿podrías prepararnos algo rico a Fernanda y a mí?, por favor. Les daré otra noticia. Me encuentro embarazada.
Tres de las mujeres presentes se taparon la boca ante la noticia, Dilia extendió los brazos y María Paula me miró y metió su cabecita en mi cuello.
» Hija, ella será tu nana. —No lloró, pero su puchero me arrugó el corazón—. Yo estaré aquí preciosa.
—Una bebé adoptada, otro en camino. ¿Y Jo