CHIARA:
Asher se detiene frente a un gran edificio enorme y lujoso.
¿– Esta es tu empresa?
Pregunto mirando todo el lugar.
– Así es, ha progresado durante años.
Dice orgulloso de él, pero una o pregunta ronda en mí mente de hace días.
– Asher... ¿Cuántos años tienes?
Le pregunto entrecerrando los ojos.
– Años humanos o lubuno.
Dice colocándose un gorro en la cabeza.
– Tus años reales.
– aaah, tengo 483 ¿Por qué?
Dice cómo sin nada mirando el lugar y abro los ojos como si se me fueran a salir.
– Cielos eres un anciano.
¿– Anciano? Aún estoy en la flor de mi juventud Chiara, y creo que te lo he demostrado bastante.
Habla con con una sonrisa colocándose unas gafas.
Sólo suspiro y por igual me cóloco unas gafas... Por si aparece alguién que conozco.
Asher abre mi puerta como un caballero y yo tomo su mano para salir como la reina del mundo.
Cuándo estamos por entrar a la gran empresa veo a alguién que hace que abra los ojos y de la vuelta.
¿– Que pasa? ¿Estás bién?
Pregunta Asher alarmado.