CHIARA :

Despierto al escuchar ruidos, así que me levanto como puedo y salgo de la habitación.

Llego a lo que es una sala y me encuentro a Alba preparando diferentes cosas con plantas.

– Perdón si te desperté... Pero aún debes de guardar reposo... Así que por favor ve a acostarte.

Ruedo los ojos.

– Estoy cansada de estar acostada, además esto no es nada.

Digo señalando la herida.

Alba suspira.

– Bien... Cómo digas solo no hagas fuerza, se puede abrir la herida.

Asiento y me dirijo a la cocina para ver si encuentro algo de comer.

Por suerte encuentro una sopa recién hecha.

¿– Conoces a todas las lobas de esta manada?

Le pregunto sentándome cerca de ella con mi sopa.

– Claro que sí, entre todos nos conocemos.

Dice con una sonrisa Alba.

– Entonces ¿Conoces a una hermosa loba llamada Melisa?

Le pregunto.

¿– La que se emparejó con el humano?

Me pregunta.

– Supongo que sí...

– Todos la conocen, es la hija del alfa... ¿Cómo sabes de ella?

Dice mirándome.

– Eres bruja deberías saberlo ¿No?

– Que sea bruja no significa que debo de saberlo todo... Solo veo pequeños fragmentos de la vida de una persona.

– Mmm, entiendo entonces ¿Que más puedes hacer aparte de ver pequeños fragmentos.

– Puedo ver el aura de una persona, hacer pociones para todo tipo de enfermedades, y crear barreras.

– Waoo, eres increíbles ¿No te gustaría unirte a mi mafia? Seríamos grandiosas.

Hablo alzando las cejas con una sonrisa.

Alba me mira como si tuviera otra cabeza.

– Creo que estás un poco loca Chiara, además te recuerdo que tu organización ha sido destruida.

Hago una mueca.

– La recuperaré y mataré a todos los que se atrevieron a meterse conmigo.

Hablo pensando la mejor manera de matarlos a todos.

Los días pasaron y mi herida había sanado de manera rápida, gracias a Alba.

– Es la única manera de empezar a levantar mi negocio Alba.

Hablo convencida.

– Aunque sea la única manera, no puedes cultivar coca aquí, los lobos tienen un olfato bién desarrodo y se darán cuenta de inmediato.

– Pero para eso te tengo a tí, puedes crear una barrera y así nadie se dará cuenta... Vamos... Por favor.

Le hablo juntando mis manos.

– No chiara, y es mi última palabra.

Suspiro rindiendome... No es fácil convencer a una bruja.

Miro por la ventana y hoy hace un hermoso día.

¿– No vas a visitar a tus amigos? Ellos piensan que estás muerta.

Dice Alba acercándose a mí.

– Los visitaré después, primero tengo que convencerte de cultivar la coca.

– Otra vez con lo mismo...

Dice Alba para marcharse de mi lado.

Así pasaron los días hasta que logré acostumbrarme al pequeño pueblo de lobos.

Mis tres hombres trataban de convencerme cada día, para que me quede a vivir en la manada y olvide la mafia.

– Ya les dije que jamás olvidaré la mafia, eso lo dicen ustedes por que encontraron sus mates... Estúpidos traicioneros.

– Chiara, pero el enemigo destruyó todo y tomó tu puesto alegando que estás muerta.

Dice Aron.

– Si, y eso es un punto para mí si creen que estoy muerta, será más fácil atacarlos desde adentro.

Hablo con una sonrisa.

– Chiara, pero mi padre te permite quedarte en esta manada y vivir como una más ¿Por qué te quieres ir?

Dice Melisa algo triste, la verdad alba y ella han sido grandes amigas.

– Mi vida está allá Melisa y quizás no lo entiendas... Pero es difícil dejar algo por el cuál has trabajado toda la vida.

Ellos solo suspiran.

– Entonces... ¿Cuándo te irás?

Me pregunta ella.

– Me iré al amanecer, tengo muchas cosas que hacer.

Digo para darme la vuelta y marcharme a la cabaña dónde me estoy quedando junto a Alba.

Miro los pequeños cachorros correr y jugar emocionados... Si tan solo mi infancia fuera así... Quizás fuera diferente...

Pienso mientras los observo.

¿– De verdad te vas a ir Chiara?

Escucho la voz de Alba detrás de mí.

– Sabes que sí, no sé por qué preguntas tanto.

Hablo rodando los ojos y caminando hacía la cabaña.

– Sé que te gusta este lugar Chiara... Olvida ese mundo y vive una vida feliz aquí... Todos te aceptamos tal y como eres.

– Tienes razón, este lugar me encanta, pero... Lo siento no puedo quedarme.

¿– Que va a pasar con tu peli rojo? Llegaste aquí por él.

Hago una mueca.

– Sí es el alfa será difícil encontrarme con él, creo que buscaré un peli rojo humano para que me quite las ganas.

Digo observando a Alba que se pone roja.

– Deja de ser vulgar Chiara.

Me recrimina.

– Oh lo siento, olvidaba que aún eres una chiquilla virgen.

Le sonrío con burla.

– No soy una chiquilla Chiara, además estoy esperando mi compañero de vida.

Ruedo los ojos.

– Otra vez con lo mismo, disfruta el sexo hasta que llegue, te aseguro que no te arrepentirás... Si quieres te doy algunos consejos.

Digo subiendo y bajando las cejas.

– No tienes remedio, mejor vámonos.

Dice caminando rápido delante de mí.

Antes de el sol ocultarse por completo, me dirijo al hermoso lago que tiene la manada, este es mi última día aquí, así que voy a disfrutar esta hermosa vista, es probable que no vuelva más a este lugar.

Mientras disfruto la suave brisa y el hermoso sol ocultándose me olvido de todo y solo pienso como sería si fuera una chica normal.

Mis pensamientos son interrumpidos cuándo siento una mano en mi cintura y una voz grave diciéndo.

– Mía.

Dice mientras olfatea mi cuello y yo solo quedo en chock con los ojos muy abiertos.

Luego siento que soy empujada y casi pierdo el equilibrío.

¿– Que te pasa imbécil?

Hablo volteandome furiosa, odio que me empujen.

Mis ojos observan un hombre de unos dos metros, peli rojo, con un cuerpo de infarto y unos ojos azules como el cielo.

Omg, es el mismo que buscaba... Pienso.

Miro como olfatea el aire y me mira con asco.

– No puedo creer que después de esperar tanto seas una débil y asquerosa humana.

Dice con asco y la voz grave... Pero espera ¿Que dijo?

Respiro profundo para hablar.

– Espera un segundo... ¿Cómo me llamaste?

Digo entrecerrando los ojos.

– Genial, aparte de humana también es sorda.

Habla con burla.

Agarro mi cabeza por que empieza a doler...

Esto es increíble... Lo que tiene de guapo lo tiene de imbécil... Pero esto no se queda así.

Me acerco a él con una sonrisa como si nada hubiera pasado.

Él me mira raro, pero permanece sin moverse observando mis movimientos.

Cuándo llego muy cerca de él, observo que olfatea mi aroma y frunce el ceño.

Al parecer iba a decir algo, pero no le dejo hablar, y con todas mis fuerzas levanto mi rodilla y le pego en su enorme anacanda.

Por fuerte que sea una criatura sobrenatural, ese es su punto débil.

Lo miro arrodillarse frente a mí agarrando sus partes.

Empiezo a reír.

– Así mismo, retuercete de dolor maldito lobo.

Hablo riéndome como loca y antes que reaccione de nuevo saco una pequeña aguja y se lo clavo en su cuello.

Esto lo dejará paralizado por algunas horas... Y así haré lo que quiera con este lobo estúpido e ingreido.

Gracias Alba por darme esto... Pienso mientras sonrío como una maníaca.

Cómo puedo lo arrastro hasta el bosque para que nadie mire.

¿– Y ahora quién es la débil humana? JAJAJA

Sus ojos me miran con odio y eso hace que me emocione más.

– Déjame decirte algo lobito... Asquerosa será tu madrina, soy bastante limpia.

Digo deteniendome ya cansada.

– Aquí nos quedaremos por un rato.

Digo mirando ese enorme paquete con una sonrisa.

– Debe de ser difícil poder mirar y escuchar todo, pero no moverte ¿Cierto?

Hablo acercándome a él para desnudarlo.

Puedo ver su gran esfuerzo para moverse... Pero es imposible, Alba es una excelente bruja.

– Te preguntarás que estoy haciendo... Así que déjame contarte... No es la primera vez que te veo y déjame decirte que estás muy bueno, tanto así que me tocaba cada noche pensando en ti...

Le guiño un ojo.

Cuándo lo desnudo por completo quedo con la boca abierta, aparte de que tiene un cuerpo de infarto tiene una anaconda muy grande.

– Amo il tuo corpo. (Me encanta tu cuerpo)

Digo mordiéndome los labios.

Sus fosas nasales se abren y se que está oliendo mi exitación.

JEJEEJE, te haré sufrir por un rato lobo estúpido