Capitulo XII: Sal en la herida.

¿Cómo no se lo había imaginado?, era demasiado obvio que ahora que esa niñita había regresado al país estaría de nuevo como un chicle pegajoso encima de Dominick y eso no hacía más que ponerla de mal humor.

Cómo si no era suficiente tener que soportarla en la constructora Malvorich también tenía que aguantarla en la compañía de su Dominick, porque Dominick era suyo y no permitiria que ninguna niñita recién aparecida, una bastarda de lo robara así como así.

Estaba segura que tarde o temprano Dominick se daría cuenta que lo que sentía por esa niña no era más que un capricho tonto, era la novedad, el juguete de moda y cuando se aburriera de jugar con ella, regresaría a sus brazos; como siempre había hecho, no importaba cuántas mujeres pudieran pasar por las expertas manos del más joven de la f

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo