Normalmente disfruto lo que hago, pero desde la visita de Ann el estrés y la preocupación de lo que debía hacer no me dejaron dormir.
Tuve que hablar con mis amigos al respecto, como los encargados de este lugar y los reclutas, tenemos que saber a qué nos enfrentamos. Todos reaccionaron de diferente manera, pero con la misma seriedad y determinación a dar lo mejor de todos para ganar esta guerra; incluso Garret se puso serio por un momento.
Claro que eso fue solo ayer, ahora, mientras intentaba conversar con Takeo sobre cómo mejorar el entrenamiento, Garret no cerraba la boca.
-Garret, ¿podrías callarte solo un momento? Estamos intentando resolver un problema aquí.
Una vez más, no le tomo importancia a lo que dije.
-Si lo que quieres es silencio, deberías irte a ese comedor privado que tu padre hizo para nosotros—dijo sin considerar mi idea de cerrar la boca.