Los hombres se acercaron apuntando a todo el mundo, mientras miraban a todas partes. Estábamos en el mismo medio del pasillo de la sala de emergencia.
—Escúchame con atención, voy a buscar la forma de distraerlos. En la oportunidad que tengas lleva las camilla a la ambulancia. Los trataré de alejar. No veo de otra, si nos quedamos aquí y ven a Mr. Jefferson lo van a reconocer. Sé que también tienen órdenes de matarme, será mejor que llame su atención. No hagas ninguna tontería más, solo saca las camillas. Yo me las arreglaré para llegar a ti.—No, Akira. No quiero que te pase nada. Si te disparan con un arma de esas te matarán.—Confía en mi, tonta. ¿Crees que voy a dejarme matar por esos pendejos? Solo hazme caso.—¿Ustedes que tanto hablan? — uno de ellos caminó hacia nosotros