CAPÍTULO QUINCE
Nos mirábamos en silencio con ganas de arrancarnos la ropa mutuamente, recorríamos nuestros cuerpos con nuestros ojos. Nuestras miradas hablaban y pedían a gritos volver a tocarse.
Tuvimos que contenernos porque la noche no pedía sexo si no respuestas. Y aún tenía mucho por aclararme.
Mis pensamientos se detienen por su segundo cuando Jasper mueve sus labios con la intención de hablar.
— ¿Estás conmigo, verdad? — Mira de reojo al suelo.
— Acércate. — Moví mi mano como si estuviera abanicándome.
Jasper se colocó en frente de mí. Respiraba relajado pero tenso, y le rodeé con mis brazos.
— Necesitaba esto. — Dije mientras la apret