CAPÍTULO CUARENTA
Llegamos al escenario del caos en silencio, Elliott y yo nos habíamos posicionado al frente para poder guiar a Michael hasta el destino.
Nos quedamos paralizados, sin respiración, con el corazón hecho un puño. Sentí mis huesos agarrotarse tras observar esa desgarradora imagen situada frente a mis oscuros ojos. Rhonda estaba llorando tumbada frente a Jack. En la misma posición que hace poco tiempo atrás, el cuerpo de Tessa estaba empezando a enfriarse y sus párpados finalmente se habían cerrado.
Michael se acercó lentamente y agarró a Rhonda hasta inmovilizarla, colocó sus manos en su espalda y desenganchó las esposas de su uniforme para ponérselas a ella.
— Quedas detenida por el asesinato de Tessa Collins. Tienes derecho a permanecer en silencio. Cualquier cosa que diga