*—Antonella:
Lo que ocurrió en la gala benéfica del sábado fue la gota que derramó el vaso. Antonella sabía que ya no podía seguir soportando más. Amaba a Max, sí, lo hacía, pero había un límite al que podía llegar, y ella lo había alcanzado.
Esa noche, después del evento, Antonella decidió quedarse con Camila, su amiga más cercana. No estaba en condiciones de regresar a casa sola. Entre lágrimas, le confesó todo lo sucedido. Camila, como siempre, la escuchó y la consoló. Juntas trataron de entender la actitud de Max, concluyendo que probablemente estaba asustado y por eso había actuado de esa manera. Sin embargo, la situación era más complicada: con los rumores de un posible compromiso entre Max y Shanna, su posición estaba clara. No podía seguir aferrándose a él mientras su corazón se rompía cada día un poco más.
El lunes por la mañana, Antonella llegó a la oficina con una decisión firme: era el final de su historia con Max. Aunque ya había intentado renunciar en tres ocasiones ante