Eran las siete de la mañana del día siguiente cuando Álvaro y Alondra volaban hacia Ensenada, Baja California, solo era cuestión de tres horas para que llegaran a su destino. Desayunaron algo rápido en el aeropuerto y se dirigieron de inmediato hacia la casa donde habitaba su pequeña.
Álvaro abrió la entrada exterior, dando el paso a su chica, entrelazó sus manos y se encaminaron hacia la puerta principal y abrió. Observaron a un joven recostado, sobre alguien besándose apasionados. Tomó uno de los adornos preferidos de Amanda y lo arrojó al piso furioso.
—Interrumpimos —gritó crispado.
La joven empujó al varón con el que había pasado la noche, se acomodó la blusa y se sentó asustada.
— ¿Quién es usted? —preguntó.
—Soy el hombre que paga tu sueldo y esta casa— La miró rabioso.
Alondra al verlo tan ofuscado se dirigió a él tomándolo de la mano
Espero que Pau, pronto se de cuenta que Alondra la quiere mucho y se de la oportunidad de convivir con ella, seguramente sería muy feliz. Saludos con cariño.