Abro los ojos cuando siento sus manos acariciando mi cabello, aún está oscuro afuera y no tengo ni idea de que hora es, al verme despierta, Diego se sonríe ― ¿Qué pasa? ¿Qué hora es? ― Murmuro un poco confundida.
― Son las 2:00 am, es la hora del insomnio ― me responde de la misma manera ― normalmente en este momento me levanto y como algo, pero esta vez tengo una mejor idea.
Diego comienza a pasar sus dedos por las costuras de mis sostén, debo confesar que me alegra traer uno de los nuevos y estrenarlo de esta forma. Después sube sus manos hacia mi cuello y lo acaricia alterando todos mis sentidos.
― ¿Cuánto dura este insomnio? ― Averiguo excitada.
― No sé, depende de cu&aacu