El señor Fletcher estaba más que impactado por la sorprendente noticia que le había dado el joven Friedrich, quien no parecía tener ningún signo de inquietud mientras lo veía.
_¿Está bien?
_ Sí, claro…
_ Entiendo que le cueste procesar la noticia.
_¿Por qué no me lo habías dicho? -lo miró inquisitivamente.
_ Me compliqué entre un pensamiento y otro -confesó.
_ Explícate mejor.
_ Buscaba el momento apropiado para presentarme ante usted, pero… surgieron dudas en mi mente.
_¿Cuáles? -insistió.
_ Para empezar, no sabía cuál sería su reacción, ¿se alegraría?, ¿se preocuparía?, ¿se molestaría?, ¿me creería?, ¿se sorprendería?, ¿recordaría siquiera a mi madre? ¿O simplemente se mostraría indiferente ante todo?
_ Entiendo.
_ Me pregunté muchas veces si era lo correcto decirle, así que me la pasé debatiendo mucho antes de tomar una decisión y en eso pasaron los años.
_¿Entonces no pensabas decirme nunca? - en su voz se oía cierto pesar.
_ Al parecer me conformé con conocerlo de l