La noche cayó y envolvió el cielo con su negro manto. El bosque que nos rodeaba cambió por completo. Habían muchas sombras. Los sonidos producidos por el viento, al soplar a través de la copa de los árboles, el crujir de las hojas secas y las ramas; y el cantar de los búhos se escuchaban con mayor claridad. Entre toda la oscuridad resaltaba un punto luminoso de tonalidades que iban entre rojo, amarillo y naranja: nuestra hoguera.
Estábamos sentados alrededor de ella asando malvadiscos y salchichas. Los habíamos encajados en varas delgadas. Lisa se encontraba sentada sobre una roca. A su derecha estaba Calvin. El otro gemelo se acomodó frente a la matriarca. Michael, estaba sobre un tronco fumándose otro cigarrillo. Dylan, cocinaba sobre el fuego tres malvadiscos a la vez y en la misma vara. Yo, me senté junto a Lucas. Disfrutaba del contenido de una bolsa de crujientes patatas fritas."Hola a todos". Escuchamos la voz de Brenda. Recién había salido de la tienda