Capítulo 11. ¡Espera, cobarde, no huyas!
«Tenemos que vernos».
Marcelo apretó el móvil y la dejó en visto, no quería saber nada de Miranda Graves, ni lo que ella tenía que decirle. Su relación terminó y no pensaba volver a caer en sus enredos. Había tomado una decisión e iba a mantenerse firme, costara lo que le costara.
El sonido de un nuevo mensaje lo distrajo y miró la pantalla de nuevo.
Miranda: Es importante, Marcelo, no me hagas suplicarte.
Miranda: ¡Marcelo! No te atrevas a ignorarme. ¿Es ese el amor que dices tenerme? Demuéstrame que vale la pena arriesgarme tanto para verte.
Él apretó los dientes ante las palabras de Miranda, ¿cómo se atrevía a cuestionar lo que había sentido por ella? ¡Se convirtió en su amante! arriesgó su nombre, su vida y su orgullo de hombre. ¿Qué más quería de él? Con rabia deslizó sus dedos por la pantalla y escribió un rápido mensaje.
Marcelo: No te arriesgues tanto, no quiero verte, no tenemos nada de qué hablar. Las cosas quedaron claras entre los dos, la última vez que nos vimos.
Miranda