Mundo ficciónIniciar sesiónEl Príncipe D'Angelo
Las puertas del salón de cristal se abrieron con un leve chirrido y la figura de Renard se recortó contra el fondo de columnas antiguas y vitrales teñidos de rojo y azul oscuro. Vestía una túnica larga de terciopelo gris, Sus ojos rojos, sí, pero cargados de una agudeza que parecía perforar la piel y alcanzar los recuerdos, se alzaron para escudriñar a quienes lo esperaban.
Pero su mirada se detuvo. Fija en el joven frente a él.
Sasha estaba de pie, con los brazos cruzados y el ceño apenas fruncido, como si intentara parecer más relajado de lo que realmente estaba. Su postura era firme, pero sus ojos delataban una incomodidad mal contenida.
Renard entrecerró los ojos. Dio dos pasos hacia él, ignorando por completo a los demás.
- No puede ser... - murmuró, como si se hablara a sí mismo.
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