-Dios mío, no puedo creer lo lejos que vuela y aún así logra regresar -exclamó Lara mientras observaba cómo el bumerán se elevaba hacia el cielo y luego describía un arco y regresaba hacia el hombre que lo había lanzado-. ¿Puedo intentarlo?
-Por supuesto -dijo mientras le ofrecía el pequeño trozo de madera.
Lara lo lanzó con todas sus fuerzas y lo vio elevarse una corta distancia antes de hacer un arco. Varias personas se agacharon cuando casi chocó con ellos en su viaje de regreso.
"Se necesita tiempo para dominar la técnica correcta para lanzarlo", le dijo el hombre con una sonrisa. Lara lanzó el bumerán varias veces más, sin acercarse siquiera a la elegancia con la que lo retrató el guía.
Luego escuchó historias de los aborígenes y de cómo se habían asentado en la tierra. Estaba fascinada por la historia de la hermosa isla y deseaba poder quedarse en la aldea remota durante días, o incluso semanas, en lugar de solo una breve tarde.
"Tenemos que irnos. Tengo una sorpresa", dijo Eric