98.
Matilda vuelve a pinchar la mejilla de Mariano, “ya, no digas más. Solo fui… un tanto dramática…” Jamás imaginó que Mariano iba a pedir que hiciera un listado de algo no existente, mucho menos pensar que recordaría esas cosas.
Mariano ríe y la abraza, “Titi, que sepas que no te voy a lastimar jamás. No de forma intencional y no, nunca. Si en algún momento dudas que yo haya hecho algo, espero lo preguntes de forma directa. Sin penas.”
Matilda se ruboriza, “mjmmm…”
A pesar que Mariano siempre ha sido diferente con ella, jamás había notado la suavidad en sus ojos cuando la miraban. La forma como al abrazarla, la envolvía y contraminaba contra su fuerte pecho, incluso su respiración parecía más relajada. No solo eran las palabras que acababa de escuchar lo que la ruborizaban, era también el entendimiento de las acciones de Mariano hacia ella.
Mariano le pincha la cintura, “¿Mjm? ¿Es todo lo que vas a decir?”
“¡Mariano Alonso!” Dice entre carcajadas. En realidad no sabía cómo responder. Ad