30.
Matilda sonríe levemente, “No es que me moleste… Mariano, ¿y si lo daño? Y… ¿Cuándo Don Fausto se entere? ¿O tu madre? No es que no lo vayan a ver… no sé. Luego, si se daña y le pasa algo y ¿Qué hago?”
Mariano responde tranquilamente, “¿Y qué si se enteran? Acaso yo ando detrás de lo que ellos hacen con sus cosas, ¿no?
Además, si le pasa algo, ya es tuyo, no tienes que preocuparte por mi ni nadie.
En todo caso, si le pasa algo, va a reparación y ya está.
Si lo que te preocupan son los gastos, yo lo cubro.
Si te preocupa que se dañe, pues para eso se reparan.
Si un día te aburre el color o su interior, hacemos el ajuste y ya… fácil.”
Matilda sacude su cabeza y comienza a reír cubriéndose el rostro, “¿escuchas lo que dices? Jajaja o sea, lo haces ver como si estás hablando de lo que comiste ahora.”
“¿Y?
No dejes que te afecte.
Además, dijimos que no volveríamos a hablar del tema.
Fin.”
Matilda lo mira boquiabierta, quería decirle miles de cosas pero, no dejaba de ser su jefe, “te aprov