19.
“Jajaja, no. Relájate.
Estaba pensando otra cosa y ¿Es que no recuerdas que la última vez me dijiste lo mucho que te encantó… Ay…” Se escucha un fuerte ruido al otro lado del teléfono, “Sí aún quieres, puedo pasar mañana.”
Mariano no entendía que hablaban pero, parecía una conversación bastante personal e intima. Definitivamente no quería seguir escuchando, pero la casa entera resonaba con la llamada.
Matilda abre sus ojos en sorpresa, “Mmm…”
“No te hagas la de rogar, siempre te ha gustado, es más prometo que ahora está mejor… Ay… Vas a quedar adicta, queriendo más. ¡Aah!”
Matilda se atraganta al ver el ceño fruncido de Mariano pero no corrige a la otra persona. Se acerca a la mesa con los platos de comida y los coloca sobre la mesa.
“¿De rogar? Luego que me dices que soy muy facilona.” Se sonroja mientras se sienta.
“Jajaja, anda, ¿quieres o no?”
Matilda mira de reojo a Mariano, puede ver un poco de molestia en sus ojos, por lo que decide no continuar con el tema de forma tan sugesti