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5. La cena y el sueño.

Adler: 

Tenía que admitirlo, cocina muy bien, puedo decir que es el pollo más rico que he probado.

—Vaya, no dejaste nada.

—Cocinas bien —me limpie las manos y le deje la taza— ahora a lo que viniste, quisiera saber más de ti, no quiero cometer un error con mis padres.

—Claro —se recargó de la silla.

La prensa divulgó mi foto en el restaurante con ella, ya de una vez asimilaron qué estaba en una relación con ella, por suerte nadie vio su rostro así que no la hostigarian por ahora. Esa misma noche mis padres me llamaron para decirme que querían conocerla, así que les dije que si. Mi padre realmente estaba emocionado.

—¿Tu cumpleaños?

—El veinticuatro de septiembre —ella sacó una libreta— ¿y el tuyo?

—Yo cumplo el trece de enero —ella estaba anotando— ¿Porque haces eso?

—Dijiste que querías que todo saliera bien ¿no? Debo anotar para no olvidar nada, ahora todo tiene sentido.

—¿Que quieres decir?

—Eres capricornio, eso quiere decir que eres alguien odioso, antipático, directo y dice lo que piensa. Perfeccionista y un poco ególatra.

—¿Cómo sabes eso?

—Me gusta la astrología —sonrió—, al saber los signos se puede decir o percibir qué tipo de persona es.

—Eso es absurdo ¿lo sabes, no? Nadie cree en esas cosas.

—Pues yo si las creo señor Adler, según la astrología tu y yo no somos para nada compatibles —se cruzó de brazos— eres capricornio y yo libra, signos con personalidades muy distintas.

¿Quién cree en esas cosas? Es estúpido.

—Sigamos señorita astróloga —ella rodó los ojos— ¿eres alérgica a algo?

—Al jamón, no soy alérgica como tal, solo no debo comerlo en exceso, si lo hago mi piel se enrojece y empieza a picar.

—Entiendo, yo no soy alérgico a nada —ella anotaba cada palabra que decía.

Somos dos personas totalmente distintas, ella es como una caricatura a color bastante molesta, ruidosa e intensa, es horrible.. Algo totalmente distinto a mi.

Ahora se que lo que le gusta y vaya que son muchas cosas, solo me dijo lo importante, nada más.

—Otra cosa que debes saber, odio el contacto físico, no me gusta que invadan mi espacio personal, qué me hagan preguntas insistentes y repetitivas, es realmente molesto. Tampoco me gustan las cursilerias, no soy detallista, no me gusta el apego y demostrar amor en público, así que espero que lo tengas muy claro Harrison.

—¿Hablas en serio? —asentí— siento pena por ti en este momento, pero esta bien, no es como que me gustaría estar encima de ti todo el día.

Es mejor dejarle las cosas en claro desde ahora, así mantenemos la distancia.

—Ya quedando todo claro —me puse de pie— Puedes irte, nos vemos en dos días que será la cena con mis padres.

—Sigo pensando que es muy pronto —empezó a recoger la mesa— pero está bien, nos vemos en dos días señor Hoffmann.

—Adiós Harrison.

Tomó su bolso y salió de mi oficina. Yo volví a mi trabajo, tengo que adelantar lo más que pueda para no estar abrumado el día de la cena, quiero que todo salga perfecto.

Pensaba llevar la fiesta en paz con Harrison, para que mi padre este más tranquilo. No quiero ni pensar en su enfermedad, es algo que realmente me preocupa. Puede que parezca una persona fuerte, pero ese maldito cáncer lo está matando lentamente y eso a mi, me ha tenido un poco afligido, no quisiera que se fuera, el me lo ha dado todo y perderlo, seria algo que me dolería. Por eso hago todo ésto, por que si llega a irse, quiero que se vaya pensando que hay alguien a mi lado qué realmente me quiera.

Dos días después.

La cena.

Mis padres habían llegado de viaje ayer, papá se ve bastante compuesto, menos delgado y con más energía, ya veo que el viaje si sirvió.

Hoy sería la cena en casa de ellos, estarían presente mi hermana y Brian quien se invitó solo ya que desea verme con Olivia en modo enamorado. Menudo idiota.

Mamá no ha parado de hacerme preguntas sobre Olivia, así que le pedí que esperara que ella llegara para que la interrogue y a mi me deje en paz.

En este momento iba hacia Queens por ella, aun me causa conflicto el lugar donde vive, es algo que jamás pensé ver en mi vida, es un barrio bastante humilde a mi parecer, todo lo contrario a lo que estaba acostumbrado a ver todos los días.

Estacioné mi auto en el edificio donde vive, me baje del auto y espere un poco. No me gustaba la forma en que las personas me veían, o a mi auto.

Estaba a punto de llamarla, pero ella salió casi qué corriendo mientras se abrochaba los zapatos. Quería reírme porque casi se cae pero se enderezó rápidamente. Tenía un vestido largo bastante suelto de color oliva, su cabello estaba suelto, se veía bien.

—Qué guapo señor Hoffmann.

—Lo sé, ahora entra —abrí la puerta del auto.

—Esperaba un cumplido de tu parte.

—¿Debo decir algo?

—Cómo sea.

Se subió molesta al auto, tengo que admitirlo, me gusta molestarla. Subí al auto y lo encendí, la mire de reojo y pude ver como apretaba sus manos.

—¿Estas nerviosa?

—Lo estoy, siento que puedo orinarme en cualquier momento.

—¿Que? Harrison ¿hablas en serio?

—Si, pero estaré bien, lo estaré.

—Más te vale.

Conduje por un buen rato hasta la casa, ella se bajó primero, luego lo hice yo, se arregló su bolso qué parecía tejido y su abrigo. Ella me siguió hasta la puerta de la casa. Tome su mano y abrí la puerta, sentí como ella apretó levemente mi mano en señal de nerviosismo. Los dos llegamos a la sala, todos estaban reunidos tomando champaña.

—Ya están aquí —Mi madre fue la primera en notar nuestra presencia— ella debe ser Olivia.

—Mucho gusto señora Hoffmann —ella extendió la mano y mamá la estrechó.

—El gusto es mío querida, eres muy linda.

—Gracias.

—Te presento a mi esposo —Mi padre se acercó a nosotros.

—Por fin te conocemos, un gusto señorita, soy Adrian Hoffmann —Mi papá tomo la mano de Olivia y dejo un beso en ella.

—El gusto es todo mío señor Hoffmann.

Brian estaba sentado cruzado de piernas tomando champaña mientras se reía. Mi hermana no estaba en la sala, supongo que esta arreglandose todavía.

Mamá nos dijo que nos sentáramos en la sala para conversar un poco ya que la cena no estaba lista aún. Le dije a mamá que Olivia no tomaba alcohol, así que preparó jugo para ella.

Olivia se sentó a mi lado, estaba realmente nerviosa ya que novia mucho sus dedos así que le tome la mano para que dejara de hacerlo, me estaba dando ansiedad con solo verla hacer eso.

—Ya Brian nos contó como se conocieron —dijo mi madre— qué forma tan particular.

Cómo siempre mi mejor amigo, tan chismoso como de costumbre.

—Es vergonzoso —dijo ella—, fue un terrible accidente.

—Pero gracias a eso están juntos —mi padre no dejaba de sonreír— cuéntanos ¿qué haces? ¿Trabajas, estudias?

—Tengo una pequeña floristería en Queens, era de mi madre y ahora pasó a mis manos. No es la más popular pero si suelen ir algunas personas a comprar flores.

El ramo qué compre era para mi hermana, ese día ninguna floristería tenía rosas blancas ya que estaba agotadas por la temporada, mi asistente fue la que encontró la floristería de Harrison en Internet. Addison ama las rosas blancas y por eso se las compré.

Y hablando de ella, llegó a la sala con un vestido negro y esa negra cabellera larga, mi hermana tiene al menos la edad de Harrison, o quizá menos.

—Entonces tu eres Olivia —se sentó al lado de mi papá— eres más bonita de lo que pensaba. Por cierto, soy Addison

—Gracias, un gusto Addison.

Sabía que no le cayó bien Olivia por la forma en que la veía. Mi hermana quería que estuviera con Caroline, si mejor amiga, el timbre sonó y ella se levantó para ir a abrir, luego regresó con Caroline del brazo, sabía que haría algo así.

—Espero que no les moleste qué haya invitado a Caroline, ella es mi mejor amiga y quería que conociera a la novia de mi hermano.

—Claro que no Addison —dijo papá un poco serio, a mis padres no les agrada Caroline por la personalidad tan prepotente qué tiene.

Mis padres se fueron a la cocina a ver la cena, Caroline y Addison empezaron a hablar entre ellas, luego Brian se sentó a mi lado.

—No pensé que Addison la invitaría.

—Ni yo.

—¿Tuviste algo con ella? —voltee a ver a Olivia.

—¿Que te hace creer eso?

—Por la forma en que te mira, es obvio Adler, además conozco a Caroline, es una modelo famosa, digo, quien no la conoce.

—¿Eres celosa Olivia? —Brian le pregunto con una sonrisa perversa, maldito cizañero.

—Para nada, los celos es algo dañino para una relación —ella sonrió— eso genera inseguridad y no quiero que esos pensamientos invadan mi mente.

Caroline no dejaba de mirarme, nosotros tuvimos fue sexo algunas veces, nada serio, ella misma me lo dijo, no quería una relación con nadie y yo tampoco hasta que se terminó y ella jamás me buscó ni yo a ella, así que no debería mirarme de esa forma, tampoco mirar a Olivia como la villana de una historia que jamás ocurrió.

Mamá nos pidió pasar al comedor, sabía que prepararía algo así, demasiada comida. Senté a Olivia a mi lado, Brian se sentó al otro lado de ella, mi padre en la cabeza de la mesa y luego mi madre a su lado. Addison pues al lado de mi madre dejando a Caroline frente a Brian.

—Olivia ¿A que se dedican tus padres? —preguntó mamá.

—Pues no conozco a mi padre, según me contó mi mamá se fue cuando estába pequeña.. Y mi madre, ella falleció hace muchos años, estaba enferma.

—Oh linda lo lamento, no debí preguntar.

—No se preocupe, usted no lo sabía, ya paso mucho tiempo de eso.

—¿En que universidad estudiaste? —preguntó mi papá.

—En ninguna —la mesa quedo en silencio—, no pude terminar de estudiar porque mi mamá murió cuando tenía diecisiete años, me tuve que hacer cargo de la floristería y de mi misma, así que no pude culminar mis estudios.

No tenía ni idea de que ella había pasado por eso, perdió a su mamá siendo una adolescente, vaya m****a.

—Vaya, has tenido que trabajar desde joven —ella asintió— eso es admirable.

—Gracias.

Vi como jugaba con sus dedos, supongo que hablar de su madre le sienta un poco mal. Tome su mano para tratar de calmarla.

—¿Estas bien? —me acerque a ella para susurrarle.

—Si, no te preocupes —sonrió un poco— ¿me dices donde esta el baño?

—Te llevo —nos pusimos de pie—, ya regresamos.

La llevé la parte de la arriba de la casa, le indiqué donde estaba el baño y ella entró. Quizá puedo saber se siente o quizá no.

—¿Segura que estas bien? —le pregunté al verla salir del baño.

—Lo Estoy Adler, te dije que no te preocuparas.

—Como quieras, regresemos.

Fuimos hacia el pasillo, Caroline estaba subiendo con Addison.

—¿Podemos hablar Adler?

—No.

—Hermano, no seas maleducado, a Olivia no le molesta ¿cierto?

—Para nada, puedes hablar con ella —sonrió un poco.

Quedé estático por un momento al sentir como Olivia me daba un beso en la mejilla. Luego bajó hasta el comedor, yo me quede parado a mitad de las escaleras. Addison se fue detrás de Olivia.

—Si tienes algo que decir, dilo ahora, necesito regresar con mi novia.

—¿Porque no me dijiste que tenias novia?

—¿Y porque tendría que hacerlo?

—Adler tu sabes que me gustas.

—¿Y?

—Hablo en serio, creí que seríamos algo más que compañeros en la cama.

—Te recuerdo que tu jamas quisiste una relación porque no querías dañar tu reputación de modelo y todas esas mierdas, yo estaba bien con eso, follamos y ya, nada serio..

—Tenias que buscarte a alguien mejor, esa es una.. Chica común.

—Si vas a hablar así de ella, mejor me voy, no necesito escuchar tus tonterías.

—Estoy segura de que no la quieres —se acercó a mi, iba a tocarme pero le tome las muñecas.

—Eso es algo que no te interesa —la solté— y no vuelvas a intentar tocarme, sabes que lo odio.

—A ella si le permites que te toque —mascullo molesta.

—Por que es mi novia y así lo deseo, si no tienes nada más que decir, me voy.

Regresé al comedor, mis padres seguían hablando animadamente con Olivia, sabía que les caería bien. Yo me senté a su lado y ella me sonrió un poco, luego siguió con la conversación. Yo solo quería terminar la cena, me sentía cansado.

(...)

La cena había terminado, nos quedamos un poco más ya que a mamá se le ocurrió la gran idea de preparar café y hablar un poco más con Olivia, hablaban como si fuesen amigas de toda la vida, parecían par de señoras.

—Le recomiendo solo una pizca de limón a la mezcla, le prometo que quedará más esponjoso el bizcocho.

—No había pensado en eso linda, que bien tip.

Yo estaba del otro lado de la sala, Brian estaba a mi lado.

—¿Que quería Caroline?

—Al parecer se molesto por tener novia —bufé— qué estupidez.

—Es tu culpa por acostarte con ella, sabía que te diría algo así —sonrió de lado— parece que se sintió intimidada por la linda florista.

—¿Linda florista? —alce una ceja.

—Claro, tu linda novia.. Vamos amigo, tu novia es bonita, sabes que soy sincero.. Pero calma, yo jamás le comería la novia a un amigo. Aprecio nuestra amistad.

—Idiota —murmure.

—Voy por más café, ya regresó precioso —me pellizco la mejilla y le di con la mano, el se fue a la cocina mientras reía.

Fui hasta mi papá quien estaba sentado.

—¿Todo bien papá?

—Más que bien, ya viste que el viaje sirvió de mucho, me siento mejor, con más energía —sonrió—, la semana que viene iré al médico, necesito saber que tal va todo con las quimioterapias.

—Tienes que cuidarte papá —el tomó mi mano y le dio unas palmadas.

—Claro que si hijo, claro que lo haré —Miró a mamá y a Olivia— tu novia es preciosa, además de sencilla, es la chica que siempre quise para ti, sencilla, humilde. Te felicito hijo, tienes que cuidarla mucho.

—Lo haré papá.

—Mi querido Adrian, pronto veremos a Adler más que enamorado y quizá con matrimonio en puerta —Brian apareció con una taza en la mano y se sentó al lado de papá— crei qué se quedaría solo, viejo y amargado.

—Brian.

—Es cierto Adler, todos en la familia estamos contento con Olivia, es hermosa, se nota que es divertida... Además de directa, son de las pocas chicas que quedan.

—Ya basta Brian.

—Los celos, malditos celos —cantaba y mi papá reía.

No me dejara en paz sobre Olivia, qué molesto es.

—Ya debo llevar a Olivia a su casa —papá asintió— Olivia, si estas lista para irte, avisame.

—Lo estoy —miro a mamá— fue un gusto conocerla señora Hoffmann. Espero volverla a ver.

—Claro que si querida, eres la novia de mi hijo, ya eres parte de la familia —se pusieron de pie y mamá le dio un abrazo— espero que la traigas más seguido a casa.

—No prometo nada.

Olivia se despidió de papá y Addison, también de Caroline aunque esta no le regresó el saludo. Tome el abrigo de Olivia y salimos de la casa. Ella se subió al auto después lo hice yo, lo encendí y empecé a conducir hacia su departamento.

La cena salió mucho mejor de lo pensado. No hubo errores, excepto por la presencia de Caroline en ella, aunque a mi me dio igual, a mis padres les molestaba, pero como es amiga de Addison además de que son demasiado educados para echarla.

—Tus papás me cayeron bien.. Aunque me sentí mal por ellos, nuestra relación no es cierta y ellos se ven emocionados por ello.

—Lo sé, pero esto será momentáneo —suspiré— hago esto por mi papá.

—Esta enfermo ¿cierto? Se nota que tiene cáncer.

—¿Cómo lo sabes?

—Mi mamá murió de cáncer también, aunque para ese entonces ella lo tenía muy avanzado y no se pudo hacer mucho.

—Al de papá fue diagnosticado a tiempo, aunque no le fue nada bien las primeras sesiones de quimioterapia, ya ahora esta mucho mejor.

Estacioné el auto frente a su edificio. Apague por un momento el auto.

—Te estaré llamando —me miró—, quizá en algún otro momento cenemos con mis padres.

—Esta bien —asintió—, tu ex no dejaba de mirarme con odio, no pensé que ella fuera de esas chicas.

—No es mi ex Harrison.

—Claro y a mi me crecen raíces de la nariz —hice una mueca de asco al escucharla—, no fueron nada, pero se nota que se acostaron y no fue una sola vez.

—No tienes porque saber eso.

—No es necesario saberlo es algo evidente Hoffmann —se inclinó un poco más a mi— acércate un poco.

Fruncí el ceño ante su petición, pero aún así lo hice, mi rostro quedó un poco cerca al de ella.

—Tienes un pésimo gusto —murmuró.

—¿De que hablas?

—De tu ex Amante Caroline, se nota que es muy superficial.. Aunque si encajaría contigo perfectamente, ella pudo ser perfecta para ser tu falsa novia.

—Te dije que te necesitaba a ti —ella rodó los ojos—, y ya no hablemos de eso Harrison, ya estamos juntos en esto.

No se que sucedió, pero aún estábamos cerca uno del otro, ella no se apartaba y yo tampoco ¿porqué no se aleja?

—Debo entrar, buenas noches Hoffmann, gracias la cena.

—De nada.

Ella abrió la puerta del auto y salió de el, espere hasta que entrará, cuando lo hizo encendí mi auto para ir a mi departamento. Mi cuerpo estaba tenso, necesitaba un baño y dormir, estoy demasiado cansado.

Después de conducir un buen rato, llegué a mi departamento, me quite el traje e ingrese al baño, siento que no he dormido lo suficiente pensando en la cena de hoy. Estaba muy ansioso porque todo saliera bien que no desbande adecuadamente estos dos días.

Después de un baño de agua caliente me puse la pijama y me acosté en la cama sintiendo alivio en mi cuerpo, poco a poco cerré mis ojos perdiéndome en el sueño.

2:00 am.

Escuché la puerta de mi habitacion ser abierta. Abrí los ojos y vi una silueta entrar a mi habitación, encendí la lámpara de la mesa. Olivia estaba de pie cerca de mi cama.

—¿Qué haces aquí Olivia? ¿Cómo entraste?

Se subió en la cama y gateo hasta mi, traía puesta una bata de seda verde oliva, como yo estaba sentado en la cama se subió encima de mi a horcajadas.

—¿Olivia qué haces...? —puso su dedo mis labios.

—Hablas mucho Adler, es molesto tener que oírte balbucear tonterías.

No entendía un carajo ¿Cómo entró a mi departamento? ¿Cómo supo donde vivo?

Mis palabras no salieron al sentir a Olivia besarme el cuello. Mi cuerpo de inmediato se tensó.

—Olivia detente..

Se separó de mi un poco, sus ojos oscuros me miraron de forma intensa. No quería mirarla pero no pude evitar ver sus piernas, sus muslos son blancos y en uno de ellos había un lunar pequeño. Olivia me tomo de las mejillas para unir sus labios con los míos. Mis brazos rodearon su cintura apretándola más a mi. El beso se fue haciendo más intenso, sus labios eran suaves y jugosos.

Una de mis manos soltó su cintura para entrar a su bata de dormir. No sabía si esto estaba siendo lo correcto, pero no quería detenerme. Un gruñido salió de mis labios al sentir que debajo de esa bata no había nada.

La lengua de Olivia se metió dentro de mi boca, el beso fue tan salvaje y sucio qué sentí como nuestras salivas se mezclaban. Joder no quiero detenerme.

—Adler, despierta.. —la escuché susurrar.

Abrí mis ojos de golpe. Mi respiración estaba acelerada, me senté en la cama dándome cuenta de que había amanecido.

—Fue un maldito sueño...—mis manos de fueron a mi cabello— joder.

Mire el reloj, eran las siete de la mañana. Me puse de pie para ir al baño, al hacerlo me di cuenta que tenía una maldita erección. Genial.

—Lo que me faltaba —dije entre dientes.

No entendía porque había soñado con Olivia y más estando de ese modo, joder es que se sintió tan malditamente real, me daré una ducha de agua fría para bajar esta erección, no es correcto.

Necesito trabajar y distraerme, eso haré. Necesito olvidar lo que sucedió, se supone que no me gusta, joder, mil veces joder con Harrison. 

Ross Sandoval.

Hola hola.. Llego el Lunes, actualización de Enamorando al CEO.. Espero que el capitulo haya sido de su agrado.. ✨😊 Adler soñó con Olivia ¿que creen que sea? ¿Sera que empezara a sentir algo por ella? Déjenme saber sus opiniones. 👉🏻 Si el capitulo fue de su agrado, no olviden dejar sus votos y comentarios, siempre los leo. Besos, Ross.

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