"Nuestro encuentro es inevitable, ya que el destino nos une a través de un lazo rojo que nos conecta y que permanecerá intacto hasta que logremos estar unidos" Amalie, una estudiante de bellas artes, ha tenido sueños recurrentes con un misterioso hombre del cual desconoce su identidad. Cuando este llega a su universidad después de ganar un concurso de arte, todo en su vida toma un giro inesperado. Uno de los CEo más destacados de la empresa tecnológica más influyente de los últimos años Alexander Wilson, quien tiene interés en establecer contacto con ella. Amalie siente una conexión instantánea con él, algo que va más allá de su raciocinio; tratará de resistir ese deseo de estar cerca de él debido a que moralmente no lo considera apropiado ademas de que socioeconómicamente podría establecer problemas para estar juntos. Ella desconoce que a lo largo de seis vidas previas, ambos han experimentado un amor profundo, aunque nunca logran vivirlo plenamente debido a su prematura muerte. Por otro lado, Isaac, el prometido de Amalie no estará dispuesto a dejarla ir. Su carisma, amabilidad y capacidad nata para hacerla sentir amada hara que su corazón fluctué entre lo correcto y lo inmortal. Alexander hara lo que sea necesario para demostrarle a Amalie que estan destinados. Usara sus encantos, memorias, y su magnetismo natural entre ambos para demostrarle que se pertenecen. ¿Será posible que el destino les brinde la posibilidad de enamorarse? ¿O la séptima vida implicará la pérdida de su alma gemela una vez más?
Ler maisPrimera vida: Principe Austin y Aubrey
El sonido del galope se hacía más intenso, indicando la rapidez a la que el animal se desplazaba. Una noche preciosa y única, las estrellas brillaban con fuerza como diamantes en el cielo, mientras la luna adquiría lentamente un tono rojizo. Aunque nos encontrábamos en la mitad de esa temporada estival, experimentaba una sensación de frío en todo mi cuerpo. Su voz masculina, llena de súplica, me rogaba que me mantuviera firme, despierta mientras me sujetaba con su brazo izquierdo. Su voz llena de desgarro y dolor era lo suficiente para dejarme saber cuando sufrimiento estaba aguantando para llegar a nuestro destino. Observaba con fatiga a mi amado que controlaba al equino. El ruido del galope resonaba intensamente al cruzar el arroyo. —Su Alteza Austin —mencioné con voz exhausta, indicandole que no podria resistirir por mucho tiempo más —me siento muy helada —susurré con cierta complicación. Había ejercido como mi madre en el campo de la herbología, pero ocultaba mi labor como florista. Fue una pena que el príncipe Austin, quien estaba destinado a ser el próximo en la línea de sucesión al trono, quedara completamente enamorado el día en que me vio recolectando flores para preparar una medicina. Un amor tan apasionado que parecía provenir de un lugar distante, lamentablemente, las mujeres éramos etiquetadas como hechiceras en cuanto mostrábamos habilidades en medicina. Mi aliento se debilitaba progresivamente, fui atacado con un cuchillo en un órgano crucial siendo acusada de practicar brujería. Aquella noche de carnaval, el precioso vestido que me había obsequiado su Alteza Austin quedó completamente manchado de sangre, hasta el punto de resultar irreconocible, debido a los rumores que sugerían que el príncipe heredero se había enamorado de mí por un hechizo. —Su Alteza Austin, por favor, detengase —susurró con voz suave—. Mis fuerzas han llegado a su límite. Mis ojos color miel se encontraban con unos ojos tan azules como el zafiro. Adoraba esos hermosos ojos, eran los ojos de mi primer y único amor. —De acuerdo —respondió mientras se dirigía hacia los bosques. Con suavidad, él me abrazó mientras mi respiración se hacía más pausada. El canto de los grillos y el revoloteo de las luciérnagas creaban una atmósfera de encanto en el bosque. Él descendía de una familia noble, mientras que según lo que me habían dicho, yo ni siquiera tenía permiso para acercarme a él. Se retiro si capucha negra, revelando su cabello resplandeciente, similar al sol. Con delicadeza bajamos del caballo, siendo colocada levemente en el suelo por el. Mientras luchaba por mantenerse consciente, una voz suplicante me aseguraba que si resistía un poco más, podrían encontrar ayuda. Su mano firme presionaba mi abdomen herido para detener la hemorragia. Sus ojos repleto de angustias, se habian llenado de lagrimas, su rostro atormentando me aniquilaba. En lo mas profundo de mi corazon odiaba crearle tanto sentimientos tan negativos a mi amado. —Su Alteza Austin, el pueblo más cercano donde podrían brindarme asistencia se encuentra a una distancia superior a media hora—Mis ojos se dirigían hacia esa preciosa luna carmesí, tal como mencionaba un conocido que se dedicaba al estudio de los astros, quien afirmaba que la luna eclipsaría al sol esa noche. Evitaba expresarse demasiado para no ser perseguido y asesinado por sus convicciones. El dueño de mi corazón, se veia tan abrumado, susurró que no podemos saberlo si no lo intentamos. Me rogo con su voz entrecortada, deseperada, que siguieramos viajando. —Su Alteza Austin, la luna luce hermosa esta noche —murmuraba con una leve sonrisa interrumpiendolo, contemplaba el resplandor rojizo de la lunar. La emoción del instante parecía aumentar con la presencia lunar. Pase mi mano por su cabello, senti húmeda, quizás por mi propia sangre. —Quizá, Alteza Austin, el universo no nos ha destinado a estar unidos —susurré con una sutil sonrisa melancólica. —Lady Aubrey —mientras me acariciaba el cabello constantemente —te juro que si nos reencontramos en una próxima vida, me aseguraré de que estemos unidos, ya que eres la única a la que mi corazón está predestinado a querer. Te amo Lady Aubrey, te buscare, esperame, solo esperame —su voz ansiosa se vislumbraba. Sus lagrimas recorrian su rostro, algo que detuve con mi mano derecha. El amor y pasión que nos teniamos contrarrestaba el frío que invadía mi cuerpo. Con suavidad, me elevé al darle un beso lleno de misterio. Bajo el resplandor de la luna roja, debajo de mi ser inundado de sangre, ante la promesa de amor eterno, con cada beso, mi energía se desvanecía poco a poco. Mientras mis párpados se entornaban, mi cuerpo comenzaba a debilitarse. Experimentaba una sensación de liviandad, como si fuera una pluma, mientras mis párpados se hacían cada vez más pesados. La oscuridad comenzo a invadirme, y supe por fin que podria descansar del dolor. ==================================================== Se comenta que son escasas las personas que tienen el destino de cruzar sus caminos. Nuestros espíritus se encargaban de encontrarse repetidamente. En nuestra vida siguiente, nos reencontramos de nuevo, pero esta vez desempeñabas su ejercias el oficio de carpintero y yo trabajaba como sirvienta. Nuestro encuentro se produjo cuando me vi en la necesidad de solicitarle la creación de un juego de madera para mi empleadora. En este vida te perdi mientras estabas en mis brazos, debido a que una dama de la alta sociedad, te amaba en secreto, ordenó tu asesinato al no ser correspondida. Durante nuestra tercera vida, me desempeñaba en un prostíbulo mientras tú eras un músico con un estilo de vida nómada. Decidimos fugarnos juntos, era nuestro anhelo, especialmente al enterarnos de que esperába un hijo tuyo. En esta vida, fui víctima de un homicidio perpetrado por uno de mis clientes frecuentes, quien estaba consumido por los celos. La idea de escapar con un hombre con pocos medios económicos resultó insoportable para el conde. En mi cuarta vida, me convertí en una princesa, mientras que tú ejercías la profesión de bandido. Nuestro encuentro se produjo cuando intentabas apropiarte de uno de mis collares de perlas, pero logré impedirlo. A pesar de que parecía existir un sentimiento de odio entre nosotros, acabábamos sintiéndonos atraídos el uno hacia el otro, como si fuéramos imanes irresistiblemente destinados a atraernos. Nuestra unión persistía a pesar de que no comprendíamos la razón detrás de nuestro apasionado romance. En esta vida, contraimos matrimonio en secreto con la intención de huir, ya que mi padre había acordado mi matrimonio con otro hombre. En esta vida te condenaron a la horca cuando mi padre descubrió tu intento de hurtar mis alhajas, pero mi padre acabo con tu vida antes de que te ahorcaran. En la vidas numero cinco me dedicaba a la repostería mientras tú ocupabas el título de duque. Nuestro encuentro tuvo lugar cuando viniste a mi pastelería y quedaste encantado, no solo conmigo, sino también con mis deliciosos postres. Se dice que el amor entra por el estómago y en esa etapa pudimos confirmarlo. Nuestra existencia era apacible hasta el momento en que me pediste formalizar nuestra relación, pero lamentablemente alguien te envenenó y me incriminó. Lograste salir con vida, mientras que a mí me condenaron a muerte por intentar acabar con la vida de un duque. En nuestra sexta vida, me desempeñaba como docente mientras tú trabajabas como conductor de autobuses. Nuestro encuentro se produjo cuando mi cartera fue robada un día, momento en el cual te ofreciste a llevarme sin costo en el autobús. A partir de entonces, me di cuenta de que nuestros horarios coincidían con frecuencia. En el transcurso de nuestra existencia, es inevitable que no nos entreguemos al amor, llegando incluso a recibir tu propuesta de matrimonio durante un eclipse de luna. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue necesario que te unieras al ejército. Cada semana solías enviarme cartas prometiendo regresar pronto, en cada una expresabas tu amor de manera tan genuina que cada palabra era como un bálsamo para mi espíritu. Siempre solía recibir tus mensajes escritos, pero de repente cesaron de llegar. Permanecí aguardando tu llegada durante un lapso de seis meses, hasta que finalmente me enteré de que habías fallecido en ese conflicto tan despiadado. En el transcurso de nuestras vidas, es inevitable que nos crucemos. En cada una, es inexplicable que nos encontramos y nos enamoremos, incluso si no lo estamos persiguiendo activamente. Nuestros espíritus están tan unidos y coordinados como un reloj suizo, poseen una intensidad similar a la de un huracán que nos lleva juntos incluso si no lo buscamos. Nuestro camino estaba siempre entrelazado, a pesar de haber compartido diferentes vidas en las que nuestros caminos no se cruzaron. Aunque no estábamos cerca físicamente, nuestra unión era tan intensa que percibíamos la ausencia de nuestro amor a nuestro lado. Siempre hemos experimentado una conexión instantánea y profunda, estamos destinados a amarnos mutuamente sin importar el sitio, la era, la distancia, el momento o la circunstancia. En cada una de nuestras vidas, nos profesábamos amor, y en cada una de ellas, uno de nosotros fallece. Ambos fallecíamos a la misma edad, cuando tú tenias con veinticinco años y yo tenía veintiuno.Al desempacar mis maletas, me sentí afortunada al descubrir que me había tocado compartir la habitación con Serenity y otra compañera que ya conocia. Cada año, la universidad solía planificar excursiones educativas para motivar a los estudiantes. Lamentablemente, nunca pude participar debido a limitaciones económicas. Sin embargo, en esta ocasión, gracias al premio que obtuve, pde financiar el viaje en su totalidad. Este año, la universidad educativa optó por viajar a Roma, donde visitaríamos numerosos sitios de importancia histórica. Isaac, en cambio, no pudo asistir debido a que su trayectoria profesional lo llevaría a Hollywood, ya que se dedicaba al estudio de la fotografía. Serenity se dedicaba a la escultura, sin embargo, a veces sus horarios coincidían con los míos. —Amalie, date prisa, vamos a la Fontana di Trevi y no quiero perdérmelo, si no hago un buen esquema para pasar la clase, mi padre me regañará. Me sorprendí un poco al enterarme de que Serenity no aprobó dos
POV Alexander WilsonHabía pasado alrededor de diez días donde Amalie no me respondía los mensajes. Evitaba actuar de manera insistente, aunque de vez en cuando me acercaba a la universidad con la ilusión de encontrármela, sin embargo, nunca tenía suerte. Tenía la intención de consultar a Serenity Riley acerca de su amiga, sin embargo, percibía que los hermanos junto con Isaac estaban vigilando mis movimientos en relación con Amalie. Isaac le informo a Derek sobre mi encuentro con Amalie, lo cual termino con el pidiendome que respetara la relacion de su hermano porque Amalie era suya.¿Respetarla? Amalie siempre ha sido mía, durante seis vidas ha sido mi amor. Mi voluntad de vivir, mis ganas de despertar cada mañana. En esta vida seria igual, siempre mía, siempre suyo, siempre juntos. Tuve el placer de conocer a Derek durante nuestra etapa universitaria, momento en el que también formalizamos un acuerdo que resultó beneficioso tanto para su empresa como para la mía. Desde el piso och
Me sentaba junto a él, realmente experimentaba una tensión eléctrica al estar junto a su lado sin llegar a tocarnos. ¿Acaso nuestra tensión había aumentado a comparacion del fin de semana? El coche se desplazaba, sin embargo, la tensión entre nosotros se intensificaba tan fuerte como si aquel vehículo se hubiera transformado en un objeto immobile. —Eje, ¿todo está en orden allá atrás? —pregunto el mayor de los hermanos de Serenity mientras mira por el retrovisor. —Por supuesto Derek—sonrió Alexander de manera confiada—estamos extremadamente bien. —Es que siento que están muertos ahí atrás —este dejo escapar una ligera sonrisa —tu y yo estábamos conversando muy animado, pero te detuviste en cuanto las chicas entraron.—Disculpa —contestó él— pero no creo que estas señoritas deseen discutir asuntos comerciales.—Estás en lo correcto —Serenity levantó la cabeza con emoción— Alex ¿estas soltero?—¿Porque me lo preguntas? —contestó de forma cortante.—Serenity —Derek la llamo con un li
Segunda vida: Agathan y Bastian—Agatha —se escuchaba con fuerza desde la distancia. Me detenía, mi atuendo de criada y mi coleta dorada como los rayos del sol se desplazaban al unísono al dar la vuelta. Observaba al pelirrojo con ojos grises siguiéndome a la carrera. Ese señor daba la impresión de haber participado en una carrera de larga distancia. Bastián esbozó una leve sonrisa tan encantadora que hizo mi cuerpo temblar. Un leve ardor se sentía en mi mejilla, con nerviosismo acariciaba una de mis coletas. —Bastian—desviaba ligeramente mi mirada—Hola, ¿Todo bien? Bastián era carpintero que se convirtió en alguien a quien apreciaba mucho, tanto que solía pasar mis días libres junto a él. Me atraía mucho además de que sentía que el tambien sentia lo mismo. La forma en la que me miraba era inigualable, expresaba sus sentimientos a trave de sus ojos pues nunca lo habíamos dicho directamente.—Si —respiraba agitado —es que saliste muy rápido de mi tienda —respiraba algo forzado
Preparaba mi lienzo y lo distribuía mis pinceles y mi pintura. Aunque no lo miraba sentía que sus ojos estaban posados en mi lo cual me provoco un ligero rubor en mis mejillas. Colocaba mis flores cerca de mí lienzo en el suelo y tras esto le di instrucciones a Alexander sobre cómo posar. Saqué varias fotografías, una tras otra, pero ninguna lograba satisfacerme.—No creo que estén bien, tal vez deberíamos cambiarla —me aproximé a el tozandole el rostro para intentar modificar su postura. Nuestros ojos se encontraron al rozar sus mejillas.¿Alguna vez has experimentado esa extraña sensación de haber vivido algo antes? En esos momentos una fuerte corazonada de dejavu, como si lo había vivido con el. Mantuvimos un contacto visual. Una tension entre nosotros nos rodeaba. El presentimiento de que un hilo invisible nos ataba me asfixiaba, liquidaba, me encantaba. Ese sentimiento de que pertenecía a él seguido por un fuerte martilleo en mi pecho.Por unos segundos, sentía como si había viv
Al despertar, respiraba con intensidad y agitación. Acaricié despacio mi rostro mientras percibía mis lágrimas, las cuales había derramado en el sueño. El impacto fue tan intenso que mi corazón latía a toda velocidad. Bajaba levemente mis ojos notándo mis manos temblar.—Que fue eso—Murmuré suavemente sintiendo mi voz quebrarse. Llevaba mis manos hacia mi cabeza intentando olvidar aquella horrible escena. Anteriormente, había tenido un sueño con ese hombre, pero nunca presencié su fallecimiento. Observaba la pintura que creé de él, unos ojos verdes traviesos y cabello negro azabache, un semblante tan picaro que daba el aire de alguien jugueton. En las mayoría de los sueños aparecia con capucha gastándome bromas los cuales al despertar siempre me revelaban una tierna sonrisa.Tras tranquilizarme, bajaba con lentitud de la cama e en busca de mi celular el cual sonaba de manera insistente. Encendia la pantalla de mi teléfono móvil notando que eran las nueve de la mañana. La pantalla se
Último capítulo