POV SEBASTIANO
El trayecto hacia la empresa fue silencioso. Mi chofer conducía con precisión, mientras yo revisaba los informes del día en mi teléfono. Aquel era un día particularmente cargado de reuniones, decisiones financieras y, sin duda, asuntos que requerían toda mi atención. Lombardi Tech no solo era una de las empresas más importantes del sector tecnológico y de seguridad, sino que también representaba un eje clave en la estructura de poder de mi familia.
Cuando llegué al edificio, los empleados en recepción me saludaron con movimientos rápidos y educados. Nadie en mi empresa desperdiciaba mi tiempo con conversaciones triviales o innecesarias. Sabían que valoraba la eficiencia por encima de cualquier otra cosa.
—Buenos días, señor Lombardi —saludó Paolo, mi asistente personal, en cuanto crucé la entrada principal. Caminaba a mi lado con su libreta electrónica en mano, listo para informarme de cualquier novedad.
—Dime que todo está listo para la reunión de esta mañana —respondí