34- Tan cerca y tan lejanos.
Los ojos de Isabella se abrieron con asombro al ver la reacción de su esposo,retrocedió asustada y se echó a llorar cómo una magdalena.
Eduardo gritaba alterado y la echaba de su habitación con insistencia.
Isabella trató de mantener la calma y explicar con palabras suaves al enfermo que ella no era ninguna extraña.
-Tranquilo,Eduardo.Soy tu esposa,estoy aquí para tí-.Esas palabras le remordimiento en la conciencia-.Quiero ayudarte y que te sientas bien en tu casa,¿me puedo acercar a tí?
-¡Lárgate mentirosa!-Gritó Eduardo.
La joven lo miró con un dejó de compasión,los ojos de su esposo era inexpresivos, carentes de alguna expresión afectiva.Él seguía gritando y corriendo de la mansión mientras ella se había quedado congelada de miedo sin saber cómo actuar o qué más decir,en ese momento el pánico la invadió y por más que intentaba articular palabra alguna no podía,tenía la impresión de que él podía hasta agredirle.
—¡No te conozco!,Además mi novia es Mikaela Indriago,la top model má