Aturdida, Liya lo miró fijamente durante mucho tiempo antes de volver a hablar.
¿- Pero por qué? Preguntó, luchando por controlar el pánico en su voz.
Ciertamente, había planeado dejar el palacio, pero ¿por qué tan rápido?
¿Este cambio abrupto de decisión se debió a la tristeza que no había podido ocultar esta mañana? ¿Se había apiadado de ella?
Liya tragó saliva mientras trataba de recuperarse.
- nosotros Juzgamos que tu lugar ya no está aquí, explicó con una voz que le pareció fría.
¿- Nosotros?
- El consejo y Hassan, esta decisión es lo mejor para todos.
Una tristeza mezclada con alegría comenzó a invadirlo. Tuvo que luchar contra las lágrimas que brotaban de sus ojos. Todo iba demasiado rápido para su gusto.
- Tu padre te necesita mucho más que a mí, prosiguió impasible, desprovisto de toda emoción; Me has sido de gran ayuda Liya, pero esta partida estaba planeada desde el primer día.
- Sí, lo sé, balbuceó Liya bajando los ojos; Estoy sorprendido por esta decisión demasiado rápido