—¡Trisha! —exclamó Penélope—. Pero, ¿Qué forma de comportarse es esa? ¡Victoria irá, claro que sí, porque yo lo decidí!
Trisha tuvo que morder sus palabras y aceptarlo.
—Penélope…
—Ven conmigo, Trisha.
Trisha fue con la mujer a la biblioteca.
—¿Qué sucede?
—Trisha, es importante para mí que vaya Victoria, ella es una buena mujer, y les ayudará con los niños. Así, podrás tener tiempo de estar cerca de Russell, y también de estar más cerca con los niños, porque, despues de este paseo, Russell buscará a una esposa.
Los ojos de Trisha se engrandecieron de felicidad, sonrió. Sus ojos ambiciosos brillaron felices.
Las gemelas fueron al salón de juegos y vieron a Tya.
—Tya, ¿Tu sabías que hay osos feroces en el campamento?
Tya las miró asustada
—¡Mentirosas!
—Pues es verdad, nos lo dijo Papito CEO y a los osos les gusta comer niñas chivatas, así que, ¡Cuidado! —exclamó Mady
—Mira, Tya, te regalo mi repelente anti-osos.
—¿Repelente anti-osos?
—¡Sí! Yo sé que a Mady le caes mal,