ANDREA
—Noventa y nueve.
—Cien.
Caí al suelo jadeando con fuerza. He estado haciendo los crujidos de los últimos quince minutos y ahora he terminado.
Extrañamente me siento un poco débil. No sé qué me pasa pero me siento un poco mareado y débil desde hace dos días. No he podido hablar con Dillon desde aquella llamada que hizo y después de saber de él, no sé por qué pero no quiero enfrentarme a él.
Expulsé el aire, mi respiración era irregular y me giré hacia un lado. Me apoyé usando el codo y gemí cuando sentí que me dolían los costados debido a los crujidos.
Me puse de pie y me subí el top por encima de la cabeza y lo tiré dentro del cesto de la ropa sucia. Estaba toda sudada y necesitaba un baño. Entré en mi cuarto de baño y deshaciéndome de la ropa me dirigí a la bañera en lugar de a la ducha. Mi corazón latía más rápido y me sentía mareada.
Llené la bañera de agua fría y me metí en ella y apoyé la cabeza en la pequeña estructura de almohada que había en la bañera. Me sentí maread