Pedí un jugo y esperamos a Amanda Collins. El tiempo era agradable, ni frío ni calor. Mi atuendo era perfecto.
- ¿No vas a comprar tu bikini antes de que vayamos al cine? preguntó Axel.
- No... No creo que vaya a la piscina mañana.
- ¿No? ¿Porque? preguntó Noé.
- No creo que esté caliente para eso. Además, eso es repugnante.
- Ya lo hice limpiar. El agua estará perfecta mañana, te lo aseguro. dijo Axel.
- Todavía no compraré el bikini. - Me mantuve firme.
Amanda llegó, mucho más rápido de lo que esperaba.
- Logré comprar todo lo que necesitamos para mañana. - ella dijo. “Noah, nos vas a dar el placer de tu comida, ¿verdad?”
- Por supuesto. – aseguró. – Cocinar es un gesto de amor... que me esfuerzo en mostraros a todos vosotros.
Lo mir&eac