Livy Clark
Yo estaba tan confusa que casi podía reír de toda aquella situación. Eliot no tenía que presentarse para mí, era claro cuánto lo conocía. El mejor amigo de Hardin, y también, el vicepresidente de RageTech. Tal vez él me creía una idiota por creer que no sabría quién era.
– Hardin acaba de salir de aquí.
Él estaba tan serio. Su rostro formaba una sombra oscura y perturbada en la esquina de la pared, y súbitamente, sentí el deseo de agarrar a mi niña en mis brazos. Tenía que protegerla del mundo.
– Lo sé. Lo vi salir. De hecho. – Él sonrió, pero había algo extraño en sus dientes. La forma en que sus labios se contorsionaban, ah, odiaba aquello. Nunca me inspiró confianza, aunque siempre fue amable conmigo. – En realidad, solo estaba esperando que él la dejara en paz por un momento.
– Entonces, ¿por qué...? – Yo estaba tan confundida. Intenté posicionarme mejor en aquella cama, pero aún sentía tanto dolor... – ¿Por qué vino aquí? No debería estar en el accidente de las fábrica