Los aplausos no se hacen esperar, aunque realmente no comprendo cómo fue que hizo todo esto cuando apenas hemos regresado. Eso y que la propuesta con anillo, llego meses tarde. Pero, al embarazarme antes de enamorarme del dueño del esperma, recibir la propuesta de matrimonio, después de casarme, no es tan extraño.
— Entonces, será nuestro secreto. No quiero que tengas pensamientos erróneos de nuestro matrimonio, por habernos casado tan raro. — murmuro sonriente.
— Dos semanas. — dice Alessandro y yo lo observó confundida.
— ¿Dos semanas?
— En dos semanas nos casamos, cariño.
— ¿Qué dices? — pregunto confundida.
— En dos semanas vamos a tener la boda por la iglesia
— ¿Estás loco? En una semana es año nuevo. ¿Nos vamos a casar el siete de enero?
— ¿Por qué? ¿Es mucho tiempo?
— Alessandro, ¿Estás loco?
— Llevamos meses pensando en casarnos. Dos semanas es lo máximo que puedo esperar. Además, con organizadores, podemos hacerlo incluso en dos días.
— ¿Por qué la prisa?
— Quiero tener es